Capitulo 28

721 70 6
                                    

Estaba acostada en mi cuarto, ya habían pasado dos días desde que vi a Sasuke y si por mí fuera en este momento estuviera con el. Pero mi vida es tan injusta.

La puerta se abre y Haru entra con solo una toalla tapándole lo necesario, me aventó un pedazo de tela azul y se recargó en la entrada de la puerta.

Haru: Vístete, iremos a cenar.

Aiko: ¿Cenar que?

Haru: Comida.— dijo muy obvio.

Aiko: ¿Por qué?

Haru: Te estoy llevando a tragar malagradecida.

Aiko: Oh, ah, ya.— comencé a reírme y él salió tratando de ocultar una pequeña sonrisa.

Estire la cosa que me había aventado y pude observar que era un vestido muy lindo, pero obvio no era para mí.

Yo. No. Uso. Vestidos.

"¡Si, tienes que ponértelo!"

Grito el desde algún lugar de la casa. Volví a acostarme y tape mi cara con el vestido.

(. . .)

Bueno, al final no resultó ser tan malo, pues salimos a cenar con los amigos de Haru, los cuales algunos también eran míos. Y fue justo en este momento cuando me pregunté. ¿Qué estuviera haciendo yo sí Ered estuviera aquí conmigo?

Lo primero que él me diría fuera.... "¿Uchiha Aiko con vestido? Ya podré morir en paz"

Después yo lo golpearía y diría algún tonto cumplido... Y eso, eso sería lindo...

Haru: James.— Rápidamente lo mire. A James, estaba sentado aún lado de Derek.

James: ¿Señor?

Haru: Necesito que protejas a Aiko, te recuerdo que por ningún motivo puede luchar..

Derek: ¿Por qué?.— se interrumpo así mismo y todos al instante nos retiramos de aquel lugar, una bomba había hecho su aparición justo frente a todos, pero gracias a nuestros instintos nadie salió herido.

James me tomo de la mano y comenzamos a correr, por ninguna circunstancia yo podía luchar y la verdad es que mi siquiera sé el por que. El chiste es que no me gusta estar huyendo del peligro cada vez que se presenta ante mí, no soy de esas chicas.

Entonces y de la nada vi que nos dirigíamos hasta un acantilado, y al indio de James no parecía importarle. Estuve a punto de parar, cuando el jalo de mi brazo y ambos caímos, lo bueno es que abajo había una gran poza con agua y lo malo es que la distancia de la cual habíamos saltados era un poco más de veinte metros. Si, esto dolerá. Y mucho.

Caí al agua, me hundí por unos segundos, pero James tomó mi mano y pudimos salir rápidamente.

Aiko: Si lo haces de nuevo. Te mato.

James: Si lo haces de nuevo té mato.— me arremedo.

Aiko: ¿Donde quedo lo de "sí señor" o "si mi señor"?

James: Eso solo es con tu hermano.— se quitó la camisa, dejando ver su abdomen, me quede en bobada un poco, pero después desvíe la mirada.

Aiko: ¿Solo con mi hermano? ¿Están saliendo o algo así?.— me reí.

James: ¿Acaso me veo que me gusten los hombres?.— me miró.

Aiko: Si, ¿Por qué no? Las apariencias engañan.— James me miró por un momento y de repente, de un momento a otro él estaba agarrando me de la cintura juntándome hacia él y besándome de una forma lenta, estaba tan sorprendida. No le correspondí el beso, él se separó y al ver mi expresión se comenzó a reír.

Aléjate. (Segunda parte de Aiko)(terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora