mi nube de-.

Capítulo 12

Christian's POV  a la edad de 17 años

Hoy mi mamá me pidió que buscara a Rebeca de la escuela, salgo de la casa y voy en mi carro. La escuela es grande, es privada y tiene sus lujos, después de todo mamá trabaja duro para poder costear los gastos de la vida que queremos, tenemos muchas facilidades. De pronto la veo y toco la corneta. Ella se voltea y apenas me ve sale corriendo hacia mi , sus dos trenzas se mueven con sus saltos y es una imagen muy tierna.

Rebeca y yo siempre hemos sido muy unidos, pero desde que busque un trabajo en las tardes para independizarme un poco nos hemos distanciado, aunque eso no nos impide charlar y jugar como antes de vez en cuando. Cuando sube en el carro me da un largo abrazo.

- Christiaaaann ¡No sabía que tu me vendrías a buscar! - dice un poco molesta, pero se nota que esta contenta - ¿Por qué no me dijiste nada?

- Pues porque yo tampoco sabía pequeña, ha sido algo de último minuto, mamá tuvo que ir a la oficina de emergencia - le respondo, pero se me ocurre una idea - Oye ya que mamá no estará, podemos salir a pasear ¿Qué dices?

De pronto su carita de ángel se ilumina y ya se que tiene en mente.

¿Podemos ir a donde yo quiera? - pregunta ilusionada

- ¿A dónde quisieras ir?

- ¡AL PARQUE! - Desde que se enteró de que  habían montado un nuevo parque de atracciones en la ciudad ha querido ir, pero mamá siempre ha estado ocupada últimamente así que pensé que seria una buena idea aprovechar la ocasión y divertirnos un rato.

Al llegar, todo estaba lleno de gente, la fila para comprar cotufas y algodón de azúcar era larga, pero nada se comparaba con la megamontaña rusa que había al final del parque. Desde la entrada del parque se podía ver la cima, era una montaña rusa de último modelo, daba vueltas y sin duda era alta, y muy veloz.

Definitivamente peligrosa, me gustaría poder subirme con Rebeca pero ella aun es muy pequeña para subirse a algo tan extremo como eso. Apenas tiene nueve años, así que decidimos algo mas suave.

Nos montamos en unas tazas gigantes que daban vueltas, ella en frente de mi. Puedo ver que se la esta pasando muy bien, sonríe y eso me hace feliz. Aunque doy gracias por no haber comido nada antes de montarme porque siento como mi estómago da vueltas ¿Cómo es que a ella no le afecta? Es una niña muy enérgica.

Luego de eso nos montamos en los carritos chocones, y somos el dúo de hermanos que choca y vence a todo el mundo, hacemos muy buen equipo. Después de dar muchas vueltas, decidimos descansar un rato comiendo un helado, y caminando. Le compré un globo y lo lleva atado a su muñeca mientras disfruta de su barquilla de mantecado.

Esa tarde la pasamos muy bien como hermanos, reímos, disfrutamos del parque y nos olvidamos del resto del mundo. Cuando empezó a anochecer decidí que era mejor ir a casa, pero cuando entramos en el comedor no esperamos que mamá nos recibiera con una noticia, que al menos a mí me dejo impactado.