"Si no estas dispuesta a amar sus demonios, simplemente no intentes sacarlo del infierno."
-No tienes que estar aquí-inquirió él mientras me miraba con frialdad.
-Mi lugar es junto a ti-espeté mientras me aferraba a èl.
-No confies en mi.-sus palabr...
Atención: Antes de empezar a leer pon el fondo en modo nocturno para disfrutar de una mejor lectura. (El fondo en negro)
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Prólogo.
Castillo Loarre, España, 1432.
En la oscuridad de la noche una ráfaga de viento sorprendió a la joven haciendo que algunos rizos rubios se escapasen de su elegante e impecable recogido. Llevaba puesto uno de esos vestidos típicos y elegantes que las reinas utilizaban. Con cautela observó hacia su alrededor. Debía correr, apresurarse, antes de que sea demasiado tarde y ya no encuentre escapatoria. La niña entre sus brazos rompió en llanto debido a la desastrosa tormenta que se acababa de desatar. Avanzó entre los árboles y una de las raíces la hizo tropezarse pero no perdió el equilibrio y siguió su camino. Luego de correr desesperadamente entre la oscuridad del bosque un enorme castillo se hiso visible al finalizar los árboles. Antes de tomar una decisión la joven observó detenidamente a su pequeña. Sus enormes ojos avellanas estaban llenos de lágrimas por el reciente llanto, su cabellera rubia apenas se visualizaba entre sus mantas. Era la niña más adorable que ella había visto.
-Cuídate Lunn-dijo la joven dándole un beso en la frente de la niña. La pequeña siguió llorando desenfrenadamente mientras la joven trataba de calmarla. Tal vez no era la mejor decisión pero de hecho era lo único que podría hacer.
Desde lejos unas grandes alas plateadas se visualizaban en lo alto de la oscura colina. Eran gigantes y emanaban un brillo muy particular, era él. Y entre sus brazos se encontraba una niña idéntica a la que llevaba la joven. Ella se estremeció y acelero el paso dejando todo su mundo atrás. Ya Todo estaba hecho, era muy tarde para arrepentirse.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
