XIII. Miénteme

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Hoshi Kwon era un cabrón sin corazón. Al menos, eso pensaba _______ mientras cambiaba un cubo lleno de vómito por otro vacío y, conteniendo la respiración, lo vaciaba en el fregadero. Apenas diez minutos después de dejar a Margaret en el apartamento, se había marchado. Ambos llamaron a Seungkwan para asegurarse que le rubia no estuviera en peligro y, después, Hoshi desapareció del mapa, no sin antes decirle algo al grupo.

— Señorita _______, ¿puedes hacerme un favor enorme?

— Sólo si me dices qué demonios está pasando.

Él suspiró.

— Escuchen todos... Cuando se despierte, da igual el tiempo que les lleve, tienen que convencerla de que estaba soñando.

_______ abrió la boca con total descrédito, sobre todo cuando Wonwoo asintió y se dirigió a su habitación, como si el asunto no tuviese nada que ver con él. Bueno, técnicamente así era, pero aún así...

— ¿Al menos puedo saber por qué?

Hoshi la miró, sin sonreír y con los ojos bien abiertos. Estaba tan serio que daba miedo.

— Confía en mí, señorita _______. Todo será mejor si hacemos como que no hubiera pasado nada— entonces, miró a Taylor, quien levantó las manos y declaró que ella no vivía allí, así que no era su problema —Sé que por ahora no tiene sentido, pero les prometo que si no les he contado lo que ocurre al final del mes, pueden hacerme lo que quieran. Por favor... dame sólo tres semanas más; eso es todo lo que te pido.

— ¿Quieres que esté tres semanas mintiéndole a Margaret? ¡Pues me ayudará bastante saber por qué lo hago!— gritó _______.

— A final de mes, señorita _______. Juro por lo que quieras que, en Halloween, sabrás lo que ocurre.

Y eso fue todo. _______ echó una gran cantidad de detergente por el fregadero y encendió la trituradora, a pesar de que el ruido seguramente empeorase la migraña que sentía Margaret. _______ lo fregó todo con furia, incapaz de contener la rabia. Además, la cosa había empeorado cuando le había preguntado a Wonwoo por qué había asentido tan rápidamente y él había sacado su lado "racional".

— Hoshi se ha portado muy bien con nosotros y deberíamos devolverle el favor— le dijo, consternado. Desgraciado.

Por suerte, cuando volvió al salón, Margaret no había vuelto a vomitar. Estaba despatarrada en el sofá, delirando sin sentido. _______ suspiró. Al escuchar las pisadas que venían del pasillo, levantó la vista y se encontró a Wonwoo con la mirada descontenta y una almohada bajo el brazo.

— ¿A dónde vas?— musitó ella.

— Abajo. Ya va siendo hora de que Mingyu me devuelva todas las veces que se ha quedado aquí— dijo _______ tranquilamente. Entonces, se mordió el labio y buscó atentamente las palabras que diría a continuación —Eso significa... que dejo el apartamento en tus manos...— murmuró entre dientes, aunque lo suficientemente claro como para que ella le entendiera —Te harás responsable de ella— señaló con la barbilla hacia Margaret —y de todo lo demás. Si, cuando vuelva, encuentro vómito en el suelo, en el baño... es más; si lo huelo al volver por la mañana, te ataré al contenedor y dejaré que los basureros te lleven con ellos. Lo prometo- entrecerró los ojos- Y con ésta me debes una muy grande. Estoy pensando en un menú de tres platos: carne asada con verduras cocidas, sopa de aperitivo y pastel de piña de postre. ¿Qué te parece, señorita _______?

_______ apartó la vista. Le pareció bastante tentadora la oferta, pero no pensaba hacer toda esa comida.

— ¿Por qué no duermes en tu cama? Cierra la puerta y ya está.

| m u s e |  ♡ wonwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora