XXV. Ansiedad por la separación

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Hacía mucho frío como para jugar al baloncesto y, aún así, muchos residentes de Las Noches abandonaron la calidez de sus hogares y cruzaron la cancha que estaba al otro lado de la calle, para ver el partido. Se enfrentaba el Equipo Tomate contra el Equipo Patata, con Seungkwan como árbitro, aunque no estaba brillando en su papel, precisamente.

— ¡Cuidado!— gritó Mingyu, mientras Joshua pasaba al lado de Wonwoo botando la pelota naranja, saltando y encestándola en la canasta, sin ningún tipo de problema. Entonces, hubo un estruendo de aplausos y Wonwoo pestañeó incrédulo, pues no había hecho nada para evitar que anotara. ¿Qué hacía ahí exactamente? No se le daban muy bien los deportes y hacía un frío increíble fuera.

— ¡Buuu! ¡Eres un perdedor, Paco!— gritó _______ desde el banco en el que estaba sentada, mirando. A su lado, Katja se movía con nerviosismo en su asiento, Margaret se echaba a reír por el terrible juego del equipo, Hoshi sonreía, Annie reía tímidamente y Norah se sonrojaba, mientras Dino le daba suaves codazos en las costillas.

— ¡Enséñales quién es el jefe, hermano!— gritó el entusiasta niño.

— ¡A la mierda, Wonwoo! ¿Qué diablos ha sido eso?— gritó Mingyu, golpeando a su compañero de equipo en el pecho —Eres el peor jugador de baloncesto que he visto en mi vida; ¡hasta Ren está esforzándose más que tú!

— ¡No seas tan duro con él, Mingyie!— dijo Ren desde los laterales, sujetando la pelota, esperando a que terminaran de discutir para poder retomar el juego —Sería mejor si jugáramos un cinco contra cinco, pero Hoshi no se ha recuperado del todo y no había nadie más a quien pedírselo— dijo, haciendo rodar el balón en su dedo índice.

El calmado Baekho se aclaró la garganta.

— Por otro lado, creo que estamos en una ligera desventaja— murmuró, haciendo que los cuatro miraran a sus rivales. Ante ellos estaban Joshua, Seungcheol, Jihoon y Yammy; una estrella del baloncesto en el instituto, un monstruo de siete pies de alto, un mocoso rapidísimo y un gigante. El Equipo Patata era un equipo demasiado fuerte. Mingyu soltó una risotada.

— ¡No pienso perder contra ustedes, tontos frikis!— gritó, apuntándoles con su puño —¡Ren, pásamela!

Así, el juego prosiguió, mientras Seungkwan bostezaba del aburrimiento y comprobaba su móvil, ignorando la falta que le había hecho el hombre de mantenimiento al francés de pelo azul. Wonwoo no hizo ningún esfuerzo por moverse, mirando la pelota y deseando que no acabara en sus manos. Aquello no le gustaba nada; podía estar haciendo algo más productivo en ese momento.

— Así que—-Margaret se inclinó sobre Katja y alzó una ceja, mirando a _______ —tu novio no hace más que de bulto.

— ¡No es mi novio!— escupió _______, logrando que Wonwoo la mirara y, como consecuencia, acabara golpeado por la pelota. El público gritó un sonoro "¡uuy!", así que _______ se giró hacia él, preguntándose qué hacía tirado en el suelo, agarrándose la cabeza con las manos —¿Qué le ha pasado?— preguntó ella, inclinándose a su lado con un gruñido, mientras Yammy se disculpaba repetidamente y Seungkwan comprobaba sus signos vitales —Bueno— se giró hacia Margaret, con una fiera mirada —no es mi novio.

Su cara ardía de rabia y vergüenza, al recordar el último encuentro que habían tenido, que había conseguido que necesitara una ducha de agua fría... y muchísimo chocolate. De hecho, había tenido que salir a comprarlo y, nada más volver a casa, se sentó delante de la televisión y se lo comió todo. Y ese maldito cabrón asqueroso se comportaba como si no hubiera hecho nada. Por eso, la pelirroja le puso una ramita de apio debajo de su nariz, cuando estaba durmiendo.

— Ajá— contestó Margaret, no creyéndole en absoluto.

— ¡Adelante, señor Seungcheol!— le animó alegremente Katja. En la cancha, Mingyu se tropezó y perdió el balón que rápidamente robó Jihoon, dirigiéndose a la canasta contraria.

| m u s e |  ♡ wonwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora