Miraculous Titans

6. Descubiertos

Durante los siguientes tres días, Robin, bajo su identidad secreta, se dedicó a buscar información y pistas que fundamentaran su idea de que Marinette era Ladybug, aunque sabía que era más que evidente. Sólo quería comprobar que su suposición no estaba errónea. Habló con Alya, la amiga de Marinette y administradora del Ladyblog, vio videos, leyó artículos en el blog, en periódicos y vio reportajes de noticieros que hablaban sobre Ladybug y sus hazañas. Incluso se infiltró en el sistema de la escuela para echar un vistazo al archivo de Marinette. Con toda la información recabada, no cabía duda de que todo coincidía. Robin no podía creer que nadie se hubiera dado cuenta antes, no se necesitaba ser detective para saberlo. A pesar de que se sentía contento por haber averiguado quién era Ladybug, en el fondo se sentía un tanto decepcionado por lo rápido que desveló el misterio; a él le encantaban los retos, pero éste no fue uno de ellos. Ahora que sabía el secreto de Marinette, necesitaba algo más con qué ocupar su mente, por lo que decidió que ahora enfocaría toda su atención en descubrir la identidad secreta del compañero de Ladybug: Cat Noir.

—Estoy cerca de descubrir a Cat Noir —comentó Robin mientras almorzaba con los Titanes—. He estado siguiendo las rutinas de algunos chicos y creo que ya sé quién podrá ser.

—Amigo, estás completamente obsesionado con desvelar quiénes son —dijo Cyborg con preocupación—. La última vez que te obsesionaste con descubrir la identidad secreta de alguien apenas y salías de tu cuarto.

—Y apenas nos hablabas —agregó Starfire.

—Lo siento chicos. Saben que no puedo evitarlo, porque son...

—Son tus instintos de detective, lo sabemos —interrumpió Chico Bestia.

—Bueno, si me disculpan, debo irme —dijo Robin levantándose de su silla.

—¿A dónde? —quiso saber Starfire.

—Es obvio, va a seguir a alguien hasta su casa —dijo Chico Bestia riéndose.

—Eso se llama acoso —dijo Raven para fastidiar a Robin.

—Eres un acosador, amigo —dijo Cyborg siguiéndole el juego.

—No soy un acosador —se defendió Robin—, sólo estoy cumpliendo con parte de la investigación.

Todos le dirigieron una sonrisa burlona.

—Sólo no me esperen —dijo Robin secamente, para a continuación, salir del hotel.

* * *

—Bien, lo primero que necesitaremos serán unos postes con qué sujetar la carpa —decía Alya sujetando una carpeta llena de papeles. Era ya momento de comenzar con los preparativos para el circo.

—Conozco a alguien que tal vez nos pueda conseguir unos postes así —dijo Kim.

—Y yo sé dónde conseguir la carpa —dijo Mylène entusiasmada.

—¡Perfecto! —dijo Alya—. Ahora, lo que tenemos que hacer será aplicar los roles de cada quién, es decir, qué función cumplirá cada uno de nosotros en el circo. Yo seré la maestra de ceremonias.

—Yo sé hacer trucos de magia —dijo Iván.

—Yo quiero ser una bala de cañón humana —dijo Kim.

—Yo podría hacer acrobacias con mi bicicleta —dijo Alix.

—Yo podría ser un payaso, ¡o un domador de leones! —dijo Nino.