Miraculous Titans

3. Los Héroes de París

Los Titanes se hallaban de pie, paralizados ante la llegada de estos extraños héroes. La chica del traje de catarina saltó de la chimenea usando un yoyo, aterrizando donde la Mujer Planta, sacando una botellita de fijador para el cabello y rociándola contra la enredadera, la cual se quedó inmóvil, dándole tiempo de arrebatarle la bolsa de semillas y rompiéndola a la mitad. Para sorpresa de los Titanes, de la bolsa rota salió volando una pequeña mariposa negra, en la cual, la Chica Catarina tenía puesta la atención.

—Vous aurez à faire mieux, petit akuma/Tendrás que hacerlo mejor, pequeño akuma —dijo la Chica Catarina sacando su yoyo y dejándolo pender de su dedo, moviéndose de lado a lado como un péndulo hasta alcanzar velocidad y comenzar a girar sobre el dedo de la chica, formando un círculo rosa neón— Je te libère du mal!/¡Yo te libero del mal! —exclamó arrojando su yoyo hacia la mariposa, capturándola y atrapando finalmente el yoyo con una expresión triunfante— Je vous ai!/¡Te tengo! —exclamó presionando su yoyo y dejando salir a la mariposa, que ahora era blanca— Bye-bye, petit papillon/Adiós, mariposita —a continuación, tomó la botella de fijador y la arrojó al aire— Miraculous Ladybug!/¡Ladybug Milagrosa! —La botella de fijador se desvaneció y dio paso a miles de catarinas que reparaban todos los daños a su paso, incluso volvieron a la Mujer Planta a la normalidad.

Los Titanes estaban boquiabiertos.

—Necesitamos uno de esos —dijo Cyborg.

—Definitivamente —confirmó Raven.

—Debemos averiguar quiénes son —sugirió Robin saltando del techo. Los demás Titanes lo siguieron.