8° día

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Siguen pasando los días, la rutina sigue, no puedes evadir tu responsabilidad, debes asistir a ese lugar que antes para ti era un paraiso, ahora, es un completo infierno, aunque intentes evitarla, aunque intentes no mirarla, hay un lugar del que nunca saldrá, maldito subconsciente, ¿por qué no puede ser más sencillo?, ¿por que no existe un mísero botón de borrado?
La impotencia gobierna tu día a día, sabes que no puedes hacer nada, aunque estés rodeado de gente, te sientes sólo en el universo, puesto que, la única compañía que en realidad te llenaba era la suya, la inservible máscara empieza a caer, no puedes mantener tu estado de ánimo.

Andas a la deriva entre la realidad y la imaginación que te consume y te lleva a escenarios algunas veces alentadores y otras, devastadores.
La gente a tu alrededor se percata de tu cambio, empiezan a correr rumores que no quieres escuchar y preguntas que no quieres responder.

¿Por qué no es tan fácil desahogarse con alguien?, ¿por qué no puedes encontrar a alguien que, asi como tú lo fuiste alguna vez, sea tu "pañuelo de lágrimas"?, Es difícil encontrar alguien en quien confiar, más que todo porque ese tipo de relaciones se crean desde la infancia, amigos de toda la vida, están juntos desde preescolar, sus madres se conocen. Tú, nunca dedicaste tiempo a eso, de pequeño nunca supiste cual era tu rol, nunca entraste en ningún grupo, no compartías los mismo intereses con nadie, permanecías fluctuante entre grupos que por días te aceptaban, andabas con ellos hasta que tu mismo caías en cuenta de que ese no era tu lugar.
Nunca has tenido un mejor amigo(a), y entre tus familiares tampoco encuentras el apoyo suficiente, pareces estar sólo en la inmensidad del cosmos, cual galaxia separada del resto por millones de años luz.

Diario De Un DesenamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora