Desastres desastrosos más grandes

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—Puede que haya ido a otros lugares antes de venir aquí.

La mire con cara de pocos amigos, ósea que mientras mi pobre hermano estaba en depresión diciendo que la vida no vale nada (Estoy exagerando) ¿Ella estaba de viaje por el mundo? No me molesta que el hecho de que no le dijera ¿Quieren saber que es lo que me pone mal? ¿Si? Pues, a mí me encanta viajar y ella no me llevo :'( mi corazón de pollo se rompió.

—Supongo que quieres que continúe porque no hablas así que, como iba diciendo, fui a otros lugares...

Se detuvo un momento meditando lo siguiente que iba a decir.

—En realidad solo fui a uno, pero no era precisamente el mejor lugar del mundo, no es que no me allá gustado, era bonito, era un bosque, con cabaña, un lago, definitivamente era hermoso pero el problema fue que en ese lugar se supone que vas para estar en contacto con la naturaleza y todo eso...

La mire sin entender del todo y ella lo noto por lo que trato de explicarse mejor.

—Mira, mi papá creyó que mi hermano y yo nos estábamos volviendo adictos a la tecnología así que nos llevó allá para "arreglar el problema" así que antes de entrar nos quitaron cualquier aparato que lleváramos, con decirte que a mi mamá le quitaron la secadora del cabello creo que te das una idea, ahí fue cuando me di cuenta de dónde estaba escondido mi celular y conociendo a mi mamá supe que lo pondría de vuelta ahí pero debía conseguirlo antes, pregunte si tenían servicio de correo y me dijeron que no, ¿¡Qué clase de lugar era ese?! ¡¡Dímelo!!

—Hey tranquila, respira.

Valla que esta chica se alteraba fácilmente.

—Bien, ya estoy tranquila.

—Continúa entonces.

—Estuvimos ahí por 2 semanas casi 3 y todos mis esfuerzos por conseguir mi celular, correr a la civilización o incluso encontrar un teléfono de monedas fueron en vano, te juro que hasta intente huir en una canoa pero tampoco funcionó...

El hecho de imaginar a esta niña haciendo todo eso y que nada le resultará me da tanta risa.

—¡Jack! ¡No te rías de mi desgracia!

—Pero Fanny, es que no puedo.

Y seguí riendo, poco después se unió a mi.

—Ves que si daba risa.

—Okay, quizá si.

—Entonces ¿Esa es toda la historia?

—Si—Dijo y me sonrió

—Bueno supongo que debes contársela a Finn ¿No crees?

Le di una mirada pícara, algo así como la lunita de WhatsApp.

—Supongo.

—Bueno ¿Y qué estamos esperando?

La tome de la mano y la arrastre fuera del lugar, Finn iba a estar muy feliz.

Cartas a Finn HarriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora