Busqueda implacable

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—Finn se va a poner muy contento.

—Si, eso ya lo mencionaste muchas veces.

—Lo sé pero es que enserio va a estar muy contento y... ¿A dónde vamos?

—No lo sé, yo te estoy siguiendo.

—Iremos en mi auto, el cual está para el otro lado.

Me di una cachetada mental, algunas veces era un poco distraído pero lo amo, aunque eso ya lo sabían.

•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•

Después de que Jack se fuera por otro lado por estar distraído cantando con Fanny...

—Sea usted bienvenida señorita Fanny a la residencia Harries.

Me hizo un además indicándome que pasara.

—Muchas gracias señor Harries.

—La habitación de mi hermano es la segunda puerta a la derecha subiendo las escaleras.

Lo mire raro.

—¿Qué?

—¿No vienes?

—¿Ah...? No gracias, estaré en la cocina si me necesitan.

—¿Okay?

Subí lentamente, tenía miedo, nervios, emoción, de todo; como si hubieras puesto todas las emociones el mundo en una licuadora y después yo hubiera tomado ese batido.

Abrí la puerta que me indicó Jack y me sorprendí cuando no vi a nadie pero igual entre, era la habitación de Finnegan Harries, sería una locura si me quedara afuera.

Después de un rato de estar admirando el lugar llegó Jack. Creo que algo anda mal.

—¿Fanny?

—¿Mmm?

—Creo que ya te diste cuenta de que Finn no está aquí y...

—Jack solo ve al punto.

—Okay, él fue a buscarte.

—¿Buscarme?

—Si, él estaba preocupado por ti y...

—Jack, no podemos dejar que atraviese el mar.

—¿Qué hacemos?

—Vamos por el.

—¿Y cómo vamos a saber dónde está?

—Llámalo.

—¿Qué si no responde?

—Iremos al aeropuerto entonces.

—¿Cómo estás tan segura de que estará ahí?

—Si va a buscarme ¿A dónde más podría ir? No creo que un tren logre atravesar el mar y mucho menos un taxi.

—Sos una genia.

Reí.

—¿Acaso ahora sos español?

Cartas a Finn HarriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora