Me levanté del suelo rápidamente, estaba asustada, yo ya había pensado dejar aquel tema del "ángel" y ahora aparece delante mío.
Angelo se levantó lentamente para luego fijar su mirada en mi. Se fue acercando pero cada paso que él daba yo retrocedía. En un mal intento de escapar, tropiezo con algo, cierro los ojo esperando la caída pero no la siento.
-Te dije que te protegería.
Abrí los ojos de golpe, Angelo me sostenía de la cintura para no caerme.
-Su-suéltame, por favor.- Pedí, él sin embargo no me soltó, me acercó a él. Tenía miedo, no sabía que me haría. Cerré los ojos fuertemente cuando de repente siento un beso cálido en la frente, me relajó bastante aquella acción.
-Tranquila, no te haré nada.- Susurró en mi oído.
Cuando ya estuve relajada, Angelo me dejó. Le miré atentamente, solo quería alguna explicación de que estaba pasando porque no lo entendía.
-Supongo que estas confundida.- Yo solo asentí con la cabeza, me sentía incapaz de formular una frase coherente.- Te lo explicaré. Yo soy Angelo, tu ángel guardián y he bajado a ayudarte.
Estaba empezando a enfadarme con eso de "he venido a ayudarte", eso solo hacía que me confundiera más. ¿Ayudarme con qué o quién? esa pregunta merodeaba por mi mente.
-No entiendo nada, es frustrante, ¡¿Un ángel guardián?!, ¡¿Ayudarme con qué o quién?!- Espeté ya enfadada por la situación.
Yo pensé que él se alteraría o me gritaría de vuelta, sin embargo, siguió con su voz tranquila y suave.
-No puedo explicártelo todo ahora, pero prometo hacerlo pronto, todo a su tiempo. Ahora tienes que ir al instituto, te acompañaré, voy al mismo que tu.
-Bien.- Dije poco convencida.
Caminamos lentamente, total ya había perdido la primera clase. Mientras caminábamos me di cuenta de que tenía probablemente mi misma edad o un años más, osea, unos 17 o 18. Era bastante atractivo, no me había fijado, tenía unos ojos azules claros preciosos que resaltaban ya que su pelo era negro.
-¿Tengo algo?- Preguntó, con diversión en sus ojos.
Me sobresalté, me había quedado mirándole fijamente. Supongo que me ruborice porque su sonrisa se ensanchó.
-Lo-lo siento.- Me disculpé y agaché la cabeza. Dios mío que vergüenza.
Caminamos en silencio en todo el camino, no sabía que decir.
Estaba tan metida en mis pensamientos que ni cuenta me di que ya habíamos llegado.
-Tienes que ir a secretaría para recoger tu horario.- Avisé cuando estábamos por entrar.
-Ya lo tengo, voy a las mismas clases que tu.- Contestó sonriente.
Lo que me faltaba, tendría que tenerlo a mi lado como si de un chicle en el zapato se tratase. Ahora que me acordaba, tenía que ver a mis amigos.
-¡MERI!.
Hablando del rey de roma. Mi mejor amiga Aby venia corriendo hasta donde me encontraba.
-¡MERI DIOS MIO! ¡¿ESTAS BIEN?!, ¡¿TE HA PASADO ALGO?!- Me abrazo, no, corrijo; me estranguló con sus brazos.
-Aby, no puedo... respirar.
-Lo siento, lo siento. Estaba muy preocupada ¿Dónde te habías metido?- Miro a mi acompañante- ¡Ah! Con un chico eh...-Me miró con una sonrisa pícara.
-Aby...- Le advertí.
-Bueno, bueno, ya me contaras.
Sabía que en cuanto nos quedáramos asolas empezaría uno de sus tantos cuestionarios.
-No nos vas a presentar Aby, sé que es tuyo pero me gustaría saber su nombre.- Dios algún día la mataré, enserio.
-Me llamo Angelo, encantado.- Se presentó.
-Aby, encantada. Bueno Meri, me toca ingles nos vemos a la salida.- Me guiñó un ojo y se fue hacia su aula.
-Lo siento por mi amiga, está un poco bastante mal de la cabeza no le hagas caso.- Angelo rio.
-No pasa nada, es graciosa.
-Sí muchísimo...- No termine la frase porque una cabellera de rizos pasó por mi lado, el de la moto.
Este me iba a escuchar, corrí hasta quedar enfrente suyo.
-¡Tu, ricitos!
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Nuevo capítulo, espero que os guste :3
Aby esta un poco bastante mal de la cabeza xD
Comentad que os parece y votad :D
PD: La de la foto es Aby :3
Besos :*
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Angels
FanfictionUn ángel oscuro. Una chica normal. Un ángel enamorado. Una historia complicada...