Regreso a Hogwarts

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  1- Regreso a Hogwarts


Severus Snape Prince, también conocido como "El Príncipe Mestizo", acababa de llegar a la puerta de la estación King Cross, acompañado por sus padres.
Su padre, Tobias Snape, que estaba de muy mal humor, masculló que él se quedaba en el coche y ordenóa su mujer que se diese prisa en volver. Ni siquiera se molestó en despedirse de su hijo.
Severus no le hizo ni caso. Sacó su baúl del maletero y lo colocó sobre uno de los carritos de la estación. Su madre se acercó a ayudarlo, pero él se negó.

-Ya lo llevo yo, mamá, no quiero que te hagas daño.


-Pero si ya no me duele... -dijo Eileen débilmente, pero Severus sabía que su brazo, roto "accidentalmente" unos días atrás, no podía soportar el peso del carrito, y se mantuvo firme en su posición, ofreciéndole un brazo a su madre.

Severus se adentró en la estación de muy mal humor, seguido por su madre. Sus padres se habían peleado esa mañana, y el motivo de la disputa había sido su regreso a Hogwarts. Tobías, que era muggle, quería que su hijo dejase toda esa tontería de la magia y se dedicase a algo decente, mientras que Eileen no estaba de acuerdo. Severus, que sabía que a su padre no le gustaba para nada la magia, estaba de parte de su madre, y más aún porque sabía que Eileen había roto su propia varita años atrás, en un intento desesperado por calmar a su esposo. Sin embargo, nada podía hacer que Tobías viese con buenos ojos las capacidades mágicas de su mujer y su hijo.

Severus y su madre se acercaron a la barrera por la cual se entraba en el andén nueve y tres cuartos, adelantando a una familia rodeada de baúles como el suyo.
Severus reconoció a los Evans cuando vio a su hija menor, Lily, que estaba en su mismo curso, pero en la casa de Gryffindor, y procuró acelerar el paso para que ella no lo viera. Hacía un par de años, Severus había insultado a Lily, llamándola "sangre sucia" delante de un montón de gente, después de que ella intentase que James Potter dejase de humillarle. Severus no lo había hecho con mala intención, sino sólo para intentar salvar su orgullo, pero desde entonces ella no le hablaba y le miraba con desdén.
A Severus le caía bien Lily. Ella era simpática, siempre intentaba ser amable y ayudaba a la gente, y lo que era más importante, jamás se había reído de él. Seguramente le habría perdonado si Severus le hubiese pedido disculpas, pero él jamás había tenido el valor de hacerlo, y nunca lo tendría.
Notó que junto a Lily estaba Rosalind Benson, su mejor amiga, hablando tranquilamente con los señores Evans. Rosalind no podía ser más diferente a Lily: tenía el pelo y los ojos negros, y era mucho más seria que la pelirroja, cuyos ojos verdes parecían reír siempre.
Severus tampoco quiso hablar con Rosalind, y presionó con disimulo la barrera del andén con su carrito. Eileen se cogió a su brazo y pasó con él al andén nueve y tres cuartos.
Nada más entrar, Severus vio a la persona que menos le apetecía ver, James Potter.
Severus odiaba profundamente a James, porque era popular, tenía un montón de amigos, jugaba muy bien al quidditch y... tenía unos padres normales.
Severus aprovechó que James estaba distraído hablando con los señores Potter para alejarse lo máximo posible de él, y se encaminó hacia el final del tren. Buscó un compartimiento vacío, dejó su baúl y bajó a despedirse de su madre.

-Pásatelo bien, hijo -dijo Eileen mirándole fijamente- y ten cuidado.

-Tú también -Severus tuvo la impresión de que era el único alumno que le iba a dar un consejo a su madre-. No dejes que él te mangonee, mamá -dijo refiriéndose a Tobías-. Si empieza otra vez con lo mismo... si te amenaza o... cualquier cosa, mándame una lechuza e iré donde estás a partirle la cara.

-Severus, hijo, tú no eres así...

-Prométemelo, mamá -dijo él con voz firme. La mujer suspiró.

After all this time? [Severus Snape]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora