Era una mañana fría. Como de costumbre las sabanas se pegaron a mi cuerpo, la alarma no dejaba de sonar y mis brazos se encontraban débiles para apagar a esa odiosa .
-Es tarde, tienes que ir al instituto. -grito mi padre desde el otro lado de la sala.
-Cinco minutos mas-respondí sin ganas.
Los cinco minutos se convirtieron rápidamente en media hora. Escuche un gran golpe en la puerta, si, detrás se encuentra un papá enojado.
-¿Quieres perderte el primer día de clases?- su tono de voz se escuchaba tal y como lo pensé, alterado.
-Si se puede-respondí sarcástico.
-Te quedan solo diez minutos. Seria muy bueno que te quedaras dormido todo el día ¿sabes? así te llevo conmigo al trabajo y me ayudas con el papeleo.- se escucho una pequeña risa y después un estornudo.
-Estaré listo en cinco minutos-respondí y me senté sobre el borde de la cama.
-Te espero fuera ¿o prefieres patinar?
-Espérame fuera, y por cierto-hice una pausa tratando de recordar que le diría-Salud.
Pasados los cinco minutos ya me encontraba camino al baño para asearme, solo quedaban diez minutos para llegar a tiempo al instituto.
Al llegar a la puerta recordé que había dejado mi mochila sobre mi cama. Genial, dos minutos menos para llegar.
Subí lo mas rápido que mis piernas me permitieron, llegue a mi habitación y volví a bajar.
Durante el camino mi padre solo se limito a decirme que hoy no estaría en casa y que yo tendría que prepararme la comida.
Al legar al instituto observe muchas personas nuevas. Me dirigí al control escolar por la hoja donde vendrían mis nuevos horarios.
Tan pronto se abrió la puerta pude notar que dentro era un caos, alumnos por doquier hablando lo mas alto que podían. Una mano toco mi espalda y me voltee rápidamente.
-Esto es un desastre, es un gusto volver a verte Graham.
-Eh, Nicolás... ¿Tendré que soportarte en alguna clase?-dije con una gran sonrisa.
-Eso espero.
Chocamos los puños y me empezó a contar de sobre lo increíble que lo paso en las vacaciones.
-Graham Weiss-interrumpió una chica pelirroja.
Tenia pinta de ser la típica chica "todos míos".
-¿Que se te ofrece?-dije tendiéndole la mano.
- De ti, nada. Toma este es tu horario- contesto de manera indiferente.
Tome el horario entre mis manos y fingí una sonrisa.
-Tu, Nicolás Rosso-La chica busco entre unos papeles que llevaba en los brazos.-aquí esta el tuyo.
En cuanto tomo su horario comenzó a leerlo, la chica se alejo entregando mas horarios y me dispuse a leer el mio.
-Genial, historia, a primera hora... Yupi-dijo en tono sarcástico.
-Al menos no te toco acabar todas tus energías a primera hora, deporte ¿Por que a mi?-dije haciendo una mueca de disgusto.
-Nos vemos a la hora del almuerzo en nuestra guarida-dijo y se alejo abriéndose paso entre los cientos de alumnos.
Me dirigí a los vestidores y me puse el uniforme de deporte, salí y fui hacia la cancha de baloncesto, el entrenador ya se encontraba ahí con otros cuantos alumnos.
-Buenos días, entrenador-salude.
-¿Listo?-pregunto.
-Para nada.-respondí mientras me iba a sentar en una de las bancas. Desdoble la hoja con mis horarios y comencé a leerla.
A primera hora, Deporte. A segunda hora, matemáticas avanzadas. A tercera hora, Francés avanzado. Y por ultimo, a cuarta hora, Biología común.
Iba a doblar la hoja cuando me percate que había una clase mas en mi horario, genial, una hora mas dentro de la escuela.
-¿Materia secreta?- dije confundido.-¿A las diez de la noche? esto debe ser una broma.
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Detrás de la puerta. #MoonAwards
ParanormalHay un secreto muy bien guardado detrás de una puerta, un grupo de jóvenes se aventura a revelarlo. Lo que hay detrás de esta no es lo que uno de ellos imagino. Después de leer esto, Tu... ¿Te atreverías a entrar?