Clave #3

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 (...)

Everything is blue
His pills, his hands, his jeans
And now I'm covered in the colors
Pull apart at the seams
And it's blue
And it's blue  

(...)

Narra ______:

-Ya hemos llegado, señorita-me dijo John Dreyfus.

Asentí. La puerta del auto se abrió y el otro agente me ayudó a salir. Frente a mí se alzaba un complejo no muy grande pero tampoco pequeño, rodeado de pasto verde cubierto con un poco de nieve. Alcé la vista del suelo, una señora de unos 50 años se acercaba. Cuando ya la tenía frente a mí pude apreciar una sonrisa bien ensayada y una expresión que ya había sido usada muchas veces.

-Bienvenida al Centro O'Conell, querida-me dijo con sus brazos abiertos y me dejó un beso en la mejilla-. Nuestra misión es encontrar una familia a cada niño y jóven aquí. Somos una entidad del estado que cuenta con varios colaboradores con casas de acogida.

Forcé una sonrisa como toda respuesta.

-Te mostraré tu habitación-me dijo mientras cminábamos-. Tendrás que compartirla con otras dos chicas-. Los fines de semana cada uno se prepara su comida, ya que fomentamos la autonomía; y tenemos cero tolerancia a las peleas.

Cuando llegamos a la parte de chicas y sus habitaciones, la señora me entregó una llave.

-Buena suerte, _____-me dijo y se fué.

Parpadeé varias veces y sacudí la cabeza, tratando de borrar esa incómoda situación de mi memoria. Introduje la llave y entré a la habitación. Allí, una chica estaba recostada leyendo una revista en la cama de abajo de un camarote a la izquierda y a la derecha estaba una chica durmiendo con los audífonos puestos en una cama singular.

-Puedes dejar tus cosas en la cama de arriba-me dijo la que estaba leyendo sin despejar su vistta de la revista.

-No...no tengo nada-murmuré  avergonzada mirando a la cama de arriba.

Ella dejó su revista a un lado y me miró, pero no con pena, lo cual agradecía, no quería la compasión de nadie, sino con comprensión.

-Hay un par de cosas en el armario de allá-me señaló uno en la esquina deerecha-. Está separado en tres sectores para que no hayan confusiones.

-Gracias-le dijo y subí a la cama de arriba del camarote.

-En hora y media es el almuerzo-me dijo ella-. Soy Eliza Marie.

-____-le dije.

-La directora fácil  te llamará para explicarte cómo funciona todo después. Así que no te preocupes.

-Bien. Gracias de nuevo.

Después de una buena siesta, sentí que alguien me sacudía.

-¿Hmmn?

-___, ya es hora del almuerzo. Estámos tarde. Anya ya se fue. Quería tener una buena mesa y dessert.

-¿Dessert?-le pregunté, extrañada. Algunas palaras y expresiones me confundían.

-Sí, ya sabes, postre. Hoy es pie de manzana y limón.

Negué con la cabeza-. Nunca los he probado.

Ella me sonrió-. Vamos rápido, entonces.

El postre fue increíble. Probé ambos.

-Deja con algo de postre a Canadá-me dijo un chico de cabellos negros y ojos del mismo color. Tenía una polera negra y unos skinny jeans igualmente negros y rotos a la rodilla, y usaba unas converse.

-______-me dijo Eliza-, él es Jack.

Algo en mi interior se removió pero el dolor de cabeza se pasó rápido y suppuse que era por mucha azúcar.

-Jacl, ella es _____. Llegó hoy.

-Al fin te conozco, _____-dijo una chica sentándose frente mío, al lado de Eliza.

-Ella es Anya-la presentó Eliza.

-Bienvenida a este aburrido lugar-me dijo Anya-. No siempre somos enviados a  casas de acogida, la mayoría nos quedamos aquí, esperando que se de un milagro.

-Prometedor-dije y todos se rieron.

Después de eso, la directora me llamó y me explicó todo. Teníamos escuela pagada por el goobierto y comenzabamos el lunes siguiente. Nunca había ido a la escuela que yo recordara. Cuánta diversión.

Amor Congelado IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora