Bostecé, mientras caminaba pesadamente hacia la cocina por un vaso de agua. Apenas eran las ocho de la noche de un viernes y yo ya estaba en ropa de dormir. Traía puesto un pantalón suelto gris y un polo negro que decía: culpo a los libros por mis altas expectativas en el amor.
Me hacía sonreír más de la cuenta.
Aquel polo lo había comprado en un momento de debilidad, pero sobre todo porque era cierto. Leer tanto había logrado que mis expectativas en los hombres fueran demasiado altas. Por un momento, me pregunté si quizás Noah cumpliría con esas expectativas. Pero sacudí la cabeza y tomé el agua rápidamente, para poder regresar a mi habitación y continuar con mi lectura.
La puerta se abrió cuando estaba a medio camino de las escaleras. Noah se detuvo en cuanto sus ojos encontraron los míos. Lucía extraño. Lo había estado desde el momento en que me recogieron él y Jake de la escuela. Se había ido a su casa sin más, sin siquiera entrar a la nuestra un momento. Jake se encerró en su habitación apenas ingresó a la casa y eso me dejó a mí completamente confundida y fastidiada. Y salió, algunos minutos después, de igual modo, sin decirme nada.
Y ahora Noah estaba parado frente a mí, cuando no había nadie más en casa. Y estaba actuando raro de nuevo. Lo sabía por la forma en que se detuvo apenas se percató de mi presencia, sus ojos deslizándose por todos lados, menos sobre mí. Y yo no podía evitar pensar que era todo gracias a ese horrible momento con Melody.
Aún podía recordar cómo había deslizado su mano hacia abajo... hacia... demonios, necesitaba quitarme esa imagen de la mente.
Noah hundió sus dedos en su cabello, mirando al suelo por un momento y finalmente alzó la vista hacia mí.
―¿Puedo ducharme aquí? ―preguntó.
Y yo me reí, en un intento por lograr que aquella incomodidad desapareciera, porque odiaba que existiera entre nosotros dos. Noah siempre había sido mi eslabón fuerte, el que sabía qué decir y qué hacer, en cada momento. A quién podía voltear, en el caso de que lo necesitara. Si había incomodidad entre nosotros, no era fácil buscar en él ayuda.
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Adorablemente, Mia [PUBLICADA EN AMAZON]
Novela Juvenil―Mia ―me llamó, en un susurro, forzándome a girarme―. Te quiero, ¿de acuerdo? ―preguntó―. No lo olvides ―pidió, sus ojos verdes completamente centrados en los míos. Sentí que mi corazón se aceleraba y, a pesar de que no quería reaccionar ante sus pa...