Capítulo 4: Parte I
Lauren, 11 de julio; Los Ángeles
La vuelta a la mansión después de más de dos semanas de vacaciones no había sido tan dura como Lauren había pensado; ella había pasado un tiempo valioso con su familia, a pesar de que Chris aún no la aceptaba. Pero, por otro lado, una parte de Lauren en los últimos días en Miami había tenido una sensación extraña. Una sensación que le había hecho querer regresar a la ciudad de las estrellas para ponerse manos a la obra, y trabajar.
Y encontrar a TV y a Mahone para hacerles pagar.
Camila y Lauren habían llegado a Los Ángeles el día anterior a las cinco de la tarde, siendo las primeras en llegar a la mansión. Big Rob y Chelsea les habían dado la bienvenida al recogerlas en el aeropuerto.
Horas más tardes, para la hora de la cena, los dos equipos estaban al completo en aquella residencia de X Factor. Y como si fueran íntimos amigos, cada uno empezó a explicar sus vacaciones; la mayoría había regresado a sus hogares, a sus ciudades natales, pero la excepción estaba con Niall quien había decidido pasar aquellos días en la capital española, en Madrid.
Sin embargo, X Factor nunca era todo comodidad y placer.
Aquel preciso día, los dos equipos se habían levantado con un horario apretado de actividades y clases. Las chicas desde las nueve de la mañana habían estado trabajando con Sean, volviendo a los ejercicios principales para recuperar el físico que quizás hubieran perdido. Por suerte, Lauren se sentía tan en forma como antes del viaje a Australia, incluso algo mejor si pensaba en que cada vez estaba más cerca de una tranquilidad absoluta en su vida.
Sean les había hecho correr, y correr mucho, haciendo que sus cuerpos regresaran a la rutina. Y el entrenador no había parado hasta la hora del almuerzo.
Por otro lado, el equipo D había estado en el sótano con Chelsea, pero Lauren no preguntó que habían hecho allí abajo; ella estaba más interesada en refrescarse con agua fría y en comer, a pesar de que no tenía mucha hambre; tenía que recuperar fuerzas. Sin embargo, el sudor seguía por todo su cuerpo, ya que aún no se había podido duchar, como ninguno de sus compañeros. Aunque, lo que si sabía la motorista era que después del almuerzo tendrían una clase con Chelsea y los chicos tendrían entrenamiento con Sean.
-¿Cómo se ríe un ojo?
Al momento, Lauren levantó la mirada de su plato y se centró en la conversación de la mesa; todo el mundo estaba pendiente de Camila, al parecer ella estaba contando un chiste.
-¿Cómo?-preguntó Harry.
-Ojojojojo...
La motorista no lo pudo evitar y soltó un resoplido de risa; un extraño sonido de risa le había salido de entre sus labios al escuchar aquel chiste.
-¡Es malísimo!
-¡Lauser no te rías que es muy malo!
Sin embargo, se acabó encogiendo de hombros ante aquellas acusaciones, a ella no le había parecido tan malo, y como respuesta le guiñó el ojo a la cubana para que viera que a ella si le había hecho gracia y que no hiciera caso a los demás.
-Por cierto Mila, ¿eso que tienes en el cuello es un chupetón?-cuestionó la polinesia con maldad en su voz.
Los ojos de Lauren se abrieron al completo por la sorpresa, incluso se atragantó un poco con el trozo de pollo que estaba masticando. Una leve tos hizo que no estuviera pendiente de todos los comentarios que se estaban oyendo por la sala, pero cuando pudo recomponerse sí que escuchó la respuesta apresurada de Camila:
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Feel Again II: Red (CAMREN)
FanfictionLauren creyó que por fin la tranquilidad había llegado a su vida..., pero eso no era verdad. Aquella calma tan solo era una pequeña pausa antes de que el desastre de la era roja se desatara del todo. ¿Cuántas veces iba a perder a Camila? AU CAMREN...