VII Capítulo: -Continúan los problemas-.

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Theo bajó su cabeza y quito sus manos de mi rostro, tosió dos veces y preguntó: -Ya tienen que ir a sus clases ¿No?

En ese momento sentí como si arrancaron mi corazón de mi pecho y lo tiraron al suelo muchas veces, sentí que habían tomado mi corazón como balón en un partido de futbol, me sentí tan tonta, tan ilusa ¿Cómo pude llegar a pesar que ese chico con tan perfectas cualidades, que además es mi profesor, iba a besarme? Que ironía, simplemente me hice falsas ilusiones.

Me mentalicé desde muy pequeña que la vida no es un cuento de hadas, como lo pintaban en todas las películas de Disney. En el mundo real las princesas no se enamoran de príncipes, las princesas se enamoran de ogros disfrazados de príncipes, que roban sus corazones para luego juguetear con ellos, y cuando se desgasta lo botan, como botan una envoltura de un caramelo. Y los príncipes no existen, todos tienen un lado de ogro dentro de ellos, que poco a poco lo irán mostrando a la luz.

Sólo lo miré y me voltee para irme a mi salón, Sarah me siguió, mientras repetía una y otras vez Emma espera

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Sólo lo miré y me voltee para irme a mi salón, Sarah me siguió, mientras repetía una y otras vez Emma espera...

No se porque me sentía tan mal, era obvio que Theo no me besaría, ni hoy, ni nunca, no se porqué me sumergí en mi mundo de ilusiones, pensé que yo nunca me enamoraría y que no experimentaría jamás el sentimiento del amor, pero Theo había ocasionado un descontrol en mis emociones y sentimientos que nadie había podido lograr.

Sarah me alcanzó, me tomó por el brazo y preguntó: -¿Qué ocurre?-.

Sonreí y añadí: -No pasa nada, ¿Qué habría de estar pasando? Solo fue una caída, todo se caen, aunque sea una vez por día ¿No?

Sarah se acercó más hacia mi y dijo: -Se que no estás así por la caída, estas así por Theo, te conozco más de lo que tu te conoces a ti misma, así que no trates de disimular tus sentimientos conmigo, porque no lograras engañarme nunca-. Me abrazó fuerte y luego besó mi frente como de costumbre.

También la abracé y luego la besé en su frente, era algo que hacíamos a diario, nos daba seguridad, era una demostración de apoyo, cada beso y cada abrazo que ella me daba, me hacia saber que ella siempre estaría a mi lado, que siempre me apoyaría, que cuando mi mundo se viniera a bajo ella estaría allí para ayudarme a reconstruirlo, simplemente no se que haría sin ella. Nunca le he dicho esto a Sarah, pero siempre tengo miedo a perderla, tengo la certeza de que si eso llegara a pasar yo no sería igual, me sentiría sola y en mi corazón abría un vacío tan grande que nadie podrá llenar jamás.

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