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Después de haber cenado y dado un paseo por el retiro Dani me trajo hasta la puerta de mi casa, me ayudó a bajar del coche y me acompaño a la puerta a través del jardín.

"Buenas noches." se acercó a mi poniendo sus manos en mi cintura y atrallendome más hacia él.

"Buenas noches." puse las manos en su cuello y miré hacia sus labios, sonreí y le di un suave beso.

"¡Te quiero!" dijo cuando se alejó.

Solamente levanté la mano para despedirrme, suspiré y abrí la puerta de la casa sacando la llave de mi bolso. Subí despacio las escaleras por que ya era muy tarde, seguramente mis padres ya estarían dormidos, al igual que mi hermanos y Carlos.

Entre a mi habitación y cerré la puerta con cuidado, Carlos estaba mirando a la pared por lo que me daba la espalda.

Desabroché el boton de mi pantalon largo y me quite los tacones apoyandome contra la pared, saqué un short del armario y bajé mi pantalon vaquero para ponerme el de pijama, lo mismo con la camiseta.

Me desmaquillé con las toallitas que había en el maletín de la pintura y las tiré a la papelera que había debajo de mi escritorio.

Subí lentamente las escaleras de la litera y me tumbé con cuidado de no hacer ruido.

"Buenas noches españolita." reconozco que me asusté.

"Creí que estabas dormido." dije dandome la vuelta quedando boca abajo.

"También creía que llegarías más temprano." sonreí ante su respuesta.

"Lo siento, papá." hice una énfasis en esa palabra.

"Papá no, ahora que somos compañeros de habitación, casa, comida, bueno, vida. Tendré que preocuparme por ti ¿no?"

"Lo que digas inglesito." me burlé de él y escuche una pequeña carcajada de su parte. "Buenas noches."

"Duermas bien." sonreí y cerre los ojos en cuestión de segundos mi mente viajo a través de mis sueños y pude descansar.

A la mañana siguiente me puse en pié a tropezones y caminé a lo largo de pasillo, me metí en la ducha como cada mañana y a las diez minutos estaba saliendo envuelta en una toalla.

"Creo que me podría acostumbrar a ver esto todas las mañanas." dijo Carlos levantandose de su cama.

Había olvidado por completo que Carlos estaba ahí.

"Perdón." dije disculpandome y buscando algo en el armario lo más rapido posible. "Voy a vestirme, ¿puedes salir un momento?" le pedí.

"Claro, es tu cuarto." me observó por última vez y salió de alli.

Una media hora después ibamos Carlos, Sonia, la intercambio de Sonia y yo para el Instituto. Hoy era el primer dia que los chicos veían nuestro Instituto, por lo que en vez de dar clases el director iría enseñandole uno a uno todas las instalaciones del centro.

"Que te sea leve." dijo sacandome la lengua.

"Lo mismo te digo, el director es un tostón." él se rió ante la palabra.

"¿Qué es tostón? ¿Algo asi como una tostada?" dijo confundido.

"Un pesado." dije moviendo los labios mientras me iba.

"O claro, pesado." vi como se reía mientras y caminaba hacia mi clase y él se tocaba la cabeza dando pequeños golpes.

"Buenos días cariño." Dani se acercó y dejo un sueve beso en mis labios.

"Buenos días." entrelazamos nuestras manos y caminamos juntos hasta clase.

* * *

"¡Carlos Carlos!" Samuel se hizo presente en la habitación mientras Carlos hablaba por su móvil. " ¿Quieres jugar conmigo al FIFA?"

"Claro campeón, termino de hablar y voy." se sentó en la cama y le revolvió el pelo.

"¿Y tú Alba?" dijo mirándome mientras hacía la tarea que había mandado el maestro de Lenguaje.

"Termino y voy, te pegaré una paliza." dije apuntando con el boli amenazadoramente bromeando.

"Ya claro, yo soy el mejor." levantó sus brazos enseñado la poca musculatura que tenía.

"A lo mejor os la doy yo." Carlos dejó el móvil en su cama y se levantó poniendose al lado de mi hermano.

"Ya lo veremos." mi hermano corrió para su cuarto.

"¿Te queda mucho?" Carlos se acerco al escritorio y puso su mano en el cabezero de la silla.

"Solo unos ejercicios más." levanté la vista encontrandome con sus ojos y él sonrió.

"Está bien, mi paliza puede esperar." se rió saliendo del cuarto y yo sonreí mientras legaba con la cabeza mirando al libro que tenia delante.

"¡No te lo tomes a la ligera!" grité y se asomo. "Se nota que aún no me conoces bien."

"Ya lo veremos rubia." dijo sacandome la lengua cuando se iba.

No tardé más de diez minutos cuando me fui a la habitación de mi hermano para jugar con ellos.

"Hombre, llegó la perdedora." dijo mi hermano señalandome con el mando.

"Oh vamos Samuel, no seas malos, eso ya lo sabe ella." se rieron los dos.

"Que tontos sois." avancé por el cuarto y me senté en la cama al lado de Carlos.

Justo entró mi madre.

"Alba cariño, ¿que te parece si vas a enseñarle la ciudad a Carlos?" propuso mi madre entrando en la habitación.

"¡No mamá!" protestó mi hermano. "Ibamos a jugar."

"Podéis jugar después." sentenció y salió de alli.

"Me visto en condiciones pues." dijo Carlos levantandose, al apoyar su mano en el colchon para auto-empujarse la puso encima de la mia y se quedó mirandome un rato.

"Cuando quieras." dije mirando por un momento por sus labios. Tan pronto como me fue posible volver a la realidad quite la mano de debajo suya y me levanté de la cama.

"¿Dónde vas Alba? Te toca jugar." protestó mi hermano.

"No seas pesado Samuel, tenemos que irnos."

"Pero si todavía se tiene que vestir." replicó.

"Yo voy a beber agua." me fui de alli evitando gritarle a mi hermano, me estaba poniendo de los nervios.

Cuando Carlos estaba listo bajó las escaleras y me levanté para irnos ya, el caso era dar una vuelta por Madrid, enseñarle los monumentos turísticos y ya está, podría hacer su vida normal sin tener que matarse los pies andando.

El Chico De Intercambio ||A&C||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora