Dicen que el bien y la luz no son más que la perspectiva de uno mismo, lo que haces podrá parecerte bueno y tal vez ayudes a muchos con tus acciones pero quizás haces más daño a otras personas, eso es algo que aprendí luego de haber estado presente...
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Mi nombre es Derek Schmidt, con mi prometida Rose éramos agentes de la CIA, fuimos enviados a Manhattan debido a los recientes disturbios que estaban ocurriendo, nuestra misión era capturar a un terrorista llamado Alex Mercer y a una prófuga llamada Elizabeth Greene que había escapado de una prisión de la Blackwatch la noche anterior, pero no eran simples disturbios, llegamos a una ciudad en ruinas y por las calles deambulaban extraños mutantes con una cuchilla en vez de mano, criaturas monstruosas enormes, del suelo emergían unas criaturas como tentáculos enormes, al llegar a una ciudad sumida en el caos nos pusimos bajo el mando de un tal coronel Randall.
Dos semanas estuvimos ahí y terminamos fracasando en nuestra misión de forma vergonzosa, lo que el gobierno llamaba un simple terrorista era a un monstruo que podía destruir un tanque con sus manos y cambiar de forma, renunciamos a la CIA, por razones personales y para evitar ser despedazados como otros que intentaron atrapar a Alex Mercer, pero como la ciudad se sumía en un caos no podíamos salir, y necesitábamos dinero para sobrevivir, buscamos empleos temporales hasta que todo terminara pero lo que ocurrió después fue increíble
