Capítulo 75: Sangre color verde

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Camino a la zona verde

Dentro de un helicóptero

Héller: Escuchen lo que les diré, como saben la zona verde esta bajo el control de la Blackwatch, por lo que no tengo agentes que puedan echarles una mano

Derek: Al final de cuentas tus siervos no ayudan gran cosa

Héller: Pues es cierto, por eso los reclute a ustedes, mientras los otros miembros del Moonlight hacen ataques frontales a la zona verde, ustedes y yo la destrozamos desde adentro.

Rose: (preocupada) ¿Planeas sacrificar a tus hombres así? ¿Cuánto pasara antes de que nos hagas lo mismo a nosotros?

Héller: (algo molesto) Cómo decía, ustedes son nuestra carta del triunfo, también tengo información que dice que el resto de sus amigos están aquí

Jess: Señor, antes de que continúe ¿me aclara una duda?

Héller: ¿Qué te ocurre?

Jess: No se suponía que la población civil había sido exterminada en la zona verde

Héller: Ah, hablas de los idiotas que vemos desde aquí, pues déjame decirte que no son humanos, ¿Cómo explicarlo? Son mutantes, aunque no lo saben ni ellos mismos, si se enfrentan a algún enemigo, este llamara a algunas personas, que inmediatamente se transformaran en mutantes para pelear, mientras más gordo el Daylight con quien peleen, mas de esos humanos se convertirán en mutantes al mismo tiempo para ayudarlo, es una lástima que estas personas no tengan voluntad propia.

Jess: Es muy triste

Zoe: ¿hay alguna forma de liberarlos?

Héller: Matarlos

Rick: ¿Matarlos?

Héller: No es tan estúpido como suena, cada uno de ellos tiene un ¿Cómo les llamaron? Un Necromancer en su interior y no pueden extraerlos sin abrirles el cuerpo y si lo intentan con alguien lo mataran, pues aunque ellos puedan convertirse en mutantes, necesitan que algún evolucionado los llame a la batalla, y en su forma humana son simples personas.

Piloto: Señor, hemos llegado al destino

Héller: Excelente, bueno ya nos veremos

En ese momento tanto el piloto como Héller saltaron del helicóptero, y el muy hijo puta de Héller partió el helicóptero en dos con su puño látigo, haciéndonos caer sin control.

En el suelo

Salimos de los restos del helicóptero, no pudimos saltar puesto que todo esto nos había tomado por sorpresa, no fue una caída tan fuerte, pero lo inesperado fue saber en donde habíamos caído. Apenas habíamos salido de los escombros, nos vimos dentro de una base y había un batallón de soldados, helicópteros y tanques, que nos rodeaban.

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