El amor está donde menos lo imaginas
Por Claudia Medina
Capítulo 2
Candice revisó que todo estuviera listo para la junta previa a que llegaran los niños al campamento, ahora era ella quien estaba a cargo como directora debido al internamiento inesperado de la hna. María en el hospital por una enfermedad cardiaca. Candy quería demostrar al patronato que no se habían equivocado al confiar en ella; aunque ignoraba que fue la única condición que Terry le puso a su madre para regresar ese verano de Inglaterra.
Ambos habían mantenido la comunicación por carta, si, el correo postal aunque a veces usaban el electrónico pero les parecía más divertido, era un juego que se daban el lujo de tener para saber noticias uno del otro. Cartas en las que Terry le contaba libremente de sus aventuras en Londres, de su curso de actuación que estaba tomando a escondidas de su padre, de sus amores... muy a su pesar, para él solo era eso una amiga, muy buena amiga, tal vez la mejor pero hasta ahí.
Candy se sentó en la banca afuera de la oficina justo donde cinco años atrás Albert se sentó junto a ella para consolarla del atrevimiento de Terry al besarla.
-Candy, disculpa... mi primo es... ¿Cómo lo diría?- dijo Albert buscando la palabra exacta.
-Un perfecto idiota- dijo la chiquilla, con los ojos rojos llenos de enojo y las lagrimas aún en sus mejillas.
-Bueno, también- contestó con una sonrisa de lado- yo me refería a impulsivo- y fue entonces cuando abrió completamente su blanca sonrisa.
A unos cuantos pasos se paró Terry.
-Candice, ¿Puedo hablar contigo?
Albert se levantó de inmediato para dejarlos solos
-No por favor, no te vayas- extendió la mano para detenerlo, pero su cara la escondió en su cabello al bajar la cabeza.
El muchacho accedió y regresó a su lugar, con un movimiento de cabeza animó a su primo a seguir con su disculpa.
Se acercó y se puso en cuclillas para buscar en todo ese montón de bucles rubios una cara.
-Es que...- no quería hacer sentir mal a su primo pero la verdad era la única que podía poner en orden todo,- discúlpame, honestamente, a mi también me cayó mal el comentario de Elisa por eso yo... bueno... hice eso.
-Valiente manera, fui yo a la que regañaron...- dijo llorosa una voz que salía de todo ese manojo de rizos.- Y... ¿quién te dijo que yo quería o necesitaba que me besaran?...
-Yo pensé...- dijo desconcertado al sentirse herido en su autoestima varonil.
-Pues no pienses... es una muestra que no sabes hacerlo... además que tampoco sabes besar.
Albert reprimió una carcajada que completamente canceló al ver la mirada de acusación de Terry.
- Bueno, solo quiero decirte que ya hablé con la hermana María y le explique todo y si en algo te complace mi mamá lo va saber... no quiero pensar en que manera voy a pagar esto... ¿Te parece que empecemos de nuevo?...-dijo al extender su mano a quien parecía el tío cosa- Hola me llamo Terrence Grandchester.
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El Amor de Mi Vida
Krótkie OpowiadaniaAlbert planea vengarse de su primo Terry, en lo que más le duele, Candy. Pero la vida le enseña una buena lección a este maestro de literatura. El amor está donde menos te imaginas