Capítulo 4.-Interrogantes

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Hoy Mikasa mientras desayunabamos, me interrogó.
Quería saber que es lo que hacía justo después del entrenamiento.
Obviamente mentí, y le dije que iba a ver el mar, pues me relajaba.
Me miró con sospechas...debería no ser tan desconfiada.
Hoy teníamos el día libre.
No pude evitar ir a ver a Armin mucho antes de lo previsto.
¿Nunca os a pasado de que habéis quedado, y estáis tan nerviosos que queréis quedar antes?
No olvide llevar un puñado de dulces. Esta vez, le lleve un bombón.
Por el camino, pensaba mucho si debía dárselo... ¿Y si era como los perros y le sentaba mal?
Pero ahora no podía echarme atrás.
Llegue y me senté.
Agite mi mano bajo el agua.
Oí su característico aleteo. Llego muy rápido.
-¡Eren, te extrañe!.-Me abrazo las piernas.
-Yo igual.-Sonreí. Era demasiado lindo.
-Hueles bien...¿traiste los dulces?
-Si, además, quiero que pruebes estos.-Le pase dos bombones de chocolate.
Primero los olió y después los lamio. Termino por comérselos.
-¡Están deliciosos!. -Me miró con estrellitas en los ojos.
Por un momento me sonroje.
Era demasiado para mí...
-Armin...¿Sabes una cosa? El próximo día nadaremos juntos.
-¿Tienes aletas de quita y pon?.-Reí ante su inocencia.
-No tontito, compre bañadores, así la ropa no será un problema.-Espere a su respuesta.
Hizo un puchero y luego rió.
-Esta bien.-Arqueo nuevamente los labios.
Pasamos horas hablando. Nos despedimos, pero lo que no me esperaba, era a Mikasa detrás de una de las rocas.
-¿Con quién hablabas?
Fue lo único que alcance a escuchar, antes de ser arrastrado a la cabaña.
Me esperaba una noche muy larga...

Enamorado De Una Sirena|Eremin, AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora