Capítulo 7.-El gran acuario.

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(Narradora)
Eren volvió al día siguiente con fotos de la casa
—¿Que te parece?. -Miró las fotos, la casa le encantaba
—Mola... Me gustaría estar ahí. -Señaló una esquina junto al sofá, el cual daba a la terraza.
—¿Que tal si mejor ponemos en acuario cómo un invernadero dentro de la terraza? Una cúpula de  cristal en vez de una terraza. Eso sí, dejaremos un hueco para el mantenimiento.
—¡Me parece estupendo! El problema es sacarme de aquí...
—Dejaselo todo a Eren.-Se dió un golpe en el pecho.-Te pondré un tubo de agua en la garganta, así no morirás, y te pondré en una piscinita, en el maletero.
—¿Seguro que saldrá bien?
—Seguro. -Eren cogió agua del mar y puso la manguera.-Lo he visto en la tele, y los tiburones y delfines no se mueren.
—¡Pero yo soy una sirena, no un delfín!
—Tu tranquilo.-Eren miró a Mikasa, la cual ya había llegado.
—El acuario ya está montado. Vamos a llevarnos a este bicho.
El chico la miró con asco.
Contaron hasta tres  y lo levantaron.
Eren mantenía el suministro de agua.
El viaje no fue fácil, el agua se rebosaba.
Al llegar, corrieron a hecharlo dentro del agua.
—¿Cómo te sientes?.-Eren miró cómo Armin se dejaba caer al fondo del acuario.
—Estoy cansado.
—Eren...deja que descanse.
—Pero... Esta muy débil...
—Hazme caso.
Eren miró a Armin.
No sólo se veía débil... También se veía decepcionado.
Quisieron llevarlo a casa tan rápido, que el acuario no es como lo hablaron.
Estaba en una habitación con armarios repletos de productos exclusivos para Armin.
Era una especie de "u" alargada.
Las ventanas eran grandes, y la pared no tenia vida en sus colores.
Definitivamente esa habitación debe deprimirle.
Eren se sintió inútil y sobre todo un fraude.
Debió esperar.
Eren dibujó rápido los planos de como sería el acuario de los sueños de Armin.
Una vez entregado, solo tendrían que esperar a que lo armasen.
Cansado, cogió una manta y la echó junto a la cristalera.
Destellos azules se plantaban en el suelo...era hermoso.
—Armin...se que este acuario no te gusta...pero quería tenerte junto a mi lo antes posible...
—Solo piensas en ti mismo.
—Lo siento, ¿vale? No quería... Ofenderte.
Armin se quedó callado.
Apoyó una mano sobre el cristal.
Eren alzó la suya y y pego la frente.
De repente, su mente se iluminó.
Debía tener el bañador en algún armario.
Hacía un poco de frío, pero merecería la pena.
Se lo puso, y por la escalera de mantenimiento, se lanzó dentro de la simulada piscina.
Armin miraba atónito lo que acababa de hacer, respondiendo rápidamente.
Subió junto a el, y lo abrazo.
—Eres suave...quiero comerte.
—¡Ni se te ocurra, te daré dolor de estómago!
Comenzaron a reír.
—Estas un poco...pegajoso... Y escamoso.
—Se que es algo incómodo tocarme.-Armin se rascó la nuca, algo avergonzados.
—Menos mal que Mikasa ronca, si no ya hubiese hechado la puerta abajo.
Rieron de nuevo.
—Te quiero.-Armin abrazo al azabache.
—Yo...-Se sonrojo por momentos. -Mejor voy a dormir.
Eren se secó, su piel cogió un horrible olor a pescado.
Pero debía acostumbrarse. Mañana sería el gran día...

Uff...538 palabras...intentaré que el próximo llegue a más.
Gracias por todo vuestro apoyo, ¡sin ustedes no seguiría el fic!
Por eso, permito que comentéis que os gustaría que pasase en el último cap.
Las ideas que más me gusten las incluiré y daré mérito.
Muchas gracias ♥

Enamorado De Una Sirena|Eremin, AU|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora