CAPITULO 24: Limpiar el desastre

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Desperté por culpa de la molestosa luz que entraba por la ventana. ¡Que alguien apagara el sol de una vez por todas! Qué horror, tenía tanto sueño que estaba segura de que podría seguir durmiendo hasta la noche o por toda la eternidad. Queríadormir.

Volví a cerrar mis ojos esperando reconciliar el sueño, cuando me doy cuenta del pequeño gran detalle de que había unbrazo rodeando mi cintura. Mierda. ¿Qué hacía un brazo ahí? Y no, no era precisamente mío.Abrí mis ojos nuevamente y sentí que alguien respiraba contra mi nuca. ¿Qué rayos estaba pasando? De repente la mano que estaba posada sobre mi estómago, empezó a subir, a la vez que el brazo de la cintura subía un poco también. ¿Deacuerdo...? ¿Qué mierda estaba pasando aquí?La mano estaba a punto de capturar uno de mis atributos delanteros, cuando de repente mi mano reacciona y golpea a la otra, haciendo que vuelva a posarse tranquila sobre mi estómago mientras el brazo correspondiente rodea mi cintura nuevamente.Y sólo había una persona que hasta dormida fuera tan pervertida.Harold.   

  -Harry, despierta- le ordené mientras volteaba sobre mí misma y quedaba mirándole el rostro.Sí, era Harry. Tenía los ojos cerrados y la boca abierta, lista para soltar el ronquido más fuerte y estruendoso de la historia. Sus rizos estaban desordenados debidoa la almohada y su aliento apestaba a alcohol. ¿Cuánto había tomado la noche anterior? No quería saberlo en realidad.-Harold, despierta- nuevamente insistí.Él gimió.-Cinco minutos más- se quejó, lo que me recordó que no sabía qué hora era.Le eché un vistazo al reloj despertador que había en el velador de la habitación. Eran las once y media de la mañana, casi mediodía. Joder, nos habíamos saltadola escuela. Aunque no me sorprendía, con el sueño que tenía.-Harry, despierta, son las once- le dije con mi voz un tanto adormilada.Él sonrió levemente.-¿O sea que no hay escuela?- preguntó él y yo asentí en un bostezo.-Sí, no hay escuela. Ahora levántate, la casa debe estar hecha un desastre por la fiesta de ayer- le dije mientras me zafaba de su brazo que aún rodeaba mi cintura.-Oh, joder, verdad, se me iba olvidando el por qué de mi dolor de cabeza- mencionó él llevándose una mano a la frente.-Sí, bueno, levántate, que hay que limpiar- le dije yo levantándome de la cama y estirando mis brazos hacia arriba para desperezarme un poco.-Ya voy- gimió él y al voltear su cuerpo sobre la cama para levantarse, terminó cayéndose al piso.-¿Estás bien?- pregunté desde mi lugar, mientras me restregaba los ojos con los puños de mis manos. 

 

  -Podría estar mejor- respondió él y se levantó del piso a duras penas.Ambos salimos de la habitación. La verdad no quería limpiar, menos con el sueño que tenía, pero sabía que la casa estaba hecha un desastre y no podía quedarmecon la consciencia sucia.-Yo limpiaré la cocina, tú intenta hacer algo con el desorden de la sala- le dije a Harold. Él asintió a la vez que me mostraba su pulgar alzado. Yo sonreí cortamente yentré a la cocina.Suspiré profundamente al darme cuenta del desastre. Ordenar aquel lugar sería toda una odisea.Tomé un paño, lo enjuagué y empecé por limpiar el mesón que había al lado del refrigerador. Definitivamente esto no sería nada fácil. 

 

  ***

 -Al fin- suspiré agotada mientras veía desde la puerta de la cocina todo el orden que yo había puesto.Había sido complicado, bastante, pero al menos había quedado bien, no se veía ningún desastre de la fiesta de anoche y eso era un gran paso para la limpieza detoda la casa.Salí de la cocina y al voltear me di cuenta de la sala de estar.-¡HAROLD!- grité enojada el nombre del simio.-¿¡Qué!?- se escuchó desde el piso de arriba.-¡VEN AQUÍ EN ESTE INSTANTE!- le ordené, a gritos nuevamente.-¡No, gracias, prefiero vivir!- me respondió él y yo gruñí fuertemente.Ese simio se las iba a ver conmigo. ¡La sala de estar seguía igual o peor que antes! No podía creerlo, Harry era un flojo, un flojo de mierda, no hacía nada. Selevantaba tarde, no ordenaba el desastre que el mismo había causado y además ni siquiera era simpático.Era un simio en todos sus aspectos, desde todos los ángulos que lo vieras, las veinticuatro horas al día y siete días a la semana. Un maldito imbécil, un simioimbécil, muy imbécil.Subí las escaleras hecha un ogro. Y sí, este ogro estaba a punto de matar al simio idiota, e iba a haber mucha sangre de por medio.-¿¡Dónde estás!?- pregunté enojada al aire, esperando respuesta de Harry.-No estoy en tu cuarto, eso te lo aseguro- respondió él escuchándose su voz desde mi habitación.Es que o era muy idiota o de verdad tenía una enfermedad mental.Abrí la puerta de mi cuarto de golpe, haciendo que el simio estúpido brincara del susto mientras estaba sentado en mi cama. ¿Que qué hacía el en mi cama? Puesal parecer disfrutaba revisando mi ropa interior.-Hola- dijo él mirándome fijamente a los ojos.Le quité mi ropa de entre las manos.-Esta es la segunda vez que te pillo husmeando entre mis cosas. ¡Deja de hacer eso!- lo regañé un tanto enojada porque siempre se metiera donde no lo llamaban.-Disculpa- dijo con aquella sonrisa que lo caracterizaba.Gruñí mientras volcaba los ojos y le ordené que se fuera a limpiar el desastre de la sala de estar. Él accedió casi a la fuerza pero aún así lo hizo. Bajó las escalerascabizbajo como si de un esclavo se tratara, tomó la escoba, la pala y empezó a barrer lamentándose en susurros. ¿Por qué mierda yo tengo que limpiar? Es una estúpida. Es mala. Mala...- murmuraba él para sí mismo y yo disfrutaba de la función. Ver al simio desde el sillónsufriendo era muy divertido.Vaya era bastante sádica.Y cínica.Qué horror.-Terminé- dijo Haroldo luego de dos horas de limpieza ardua.-Genial- sonreí-. Los demás desastres los limpié yo luego de que te durmieras anoche.Harry alzó la mirada y me miró con los ojos muy abiertos, lo suficiente como para que el sol que se filtraba por la ventana provocara en ellos un brillo verdoso.-¿T-Tú limpiaste mientras yo dormía?- preguntó balbuceando.-Síp- asentí con la cabeza a la vez que decía ello-. Era demasiado desorden, debía avanzar un poco.Harry sonrió.-Te debo una- dijo él.-¿Te parece me la pagas con una película y palomitas? He visto que ha salido una nueva peli en el cine- le comenté mientras me cruzaba de piernas sentada en elsillón.Haroldo arqueó una ceja.-¿Me estás invitando a una cita?- preguntó él confundido y yo reprimí las ganas de reír.-Nop. Te estoy diciendo que me lleves al cine, me pagues la entrada y me regales las palomitas. ¿Me expreso bien?- le dije con una sonrisa un tanto entretenida.Él rió a la vez que yo lo hacía también. Sé que no me llevaba bien con él, pues yo lo odiaba y él a mí y así pues hasta el fin del mundo, pero era inevitable no quereraveces llevarme bien con él. Era mi compañero de hogar, conocía su lado simpático y su lado estúpido. No perdía nada con el intento de querer que no tuviéramoslas ganas de matarnos mutuamente.-De acuerdo. Me iré a cambiar, esta ropa la usé ayer- dijo él, tomando un borde del cuello de su camisa y oliéndolo, como si apestara.-Lo mismo digo. Además esta ropa es bastante incómoda te diré- sonreí mientras señalaba mi remera y la chaqueta negra que acompañaba a ésta.-Pensé que te estarías quejando por los zapatos- bromeó él notando mis zapatos negros de taco aguja.-Lo haría, pero ya no siento los pies. ¡Ya no hay de qué quejarse!- le dije yo fingiendo alegría estúpida y ambos reímos cortamente.-De acuerdo. Me voy a arreglar para el cine- dijo él mientras peinaba con sus dedos el mechón de cabello rizado que caía por su frente y empezó a subir lasescaleras.-Si te alisaras el cabello no estaría mal. ¡Uh, imagínate, un Harold con el cabello liso!- exclamé divertida, imaginándome a Harry sin su preciado cabello rizado.El simio volteó a la mitad de los escalones y me lanzó una mirada asesina.-Ni lo pienses- dijo él y yo reí tontamente, para que luego él siguiera su camino escaleras arriba  

Cancelada Temporalmente/Viviendo Con La Nerd(Harry&tu)Adaptada (MyOnlyWay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora