CAPITULO 28: Cementerio

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  Adiós, Álvaro- me despedí del chico con una sonrisa.-Adiós, ___- me dijo de igual forma y luego de darnos un corto beso en la mejilla, cada uno se fue por su camino.Me había pasado toda la tarde con Álvaro, absolutamente toda la podrida tarde. Charlamos, jugamos videojuegos, comimos helados, y sí, hicimos bastantes cosas,pero aún con su actitud carismática y tímida, no podía dejar de lado mi odio y enojo por el simio Styles.«Cuatro ojos», fueron sus exactas palabras dirigidas a Álvaro. ¿Es que era estúpido? Pues él tenía los ojos color vómito. Ni que fuera mejor eso ¿no?No poder sacar de mi cabeza a Harry fue, sinceramente, irritante. Claro, usaba la mayor parte de mis pensamientos por el hecho de que estaba enfadada con él,pero eso no quitaba el detalle de que no lo podía sacar de mi maldita mente, por lo que me ponía más furiosa.No quería pensar en él, y justamente fue él en quien pensé toda aquella tarde.Completamente irónico e irritante.Cuando llegué frente a la puerta de la casa Styles, tuve que controlar mis ganas de lanzarme sobre Harry y golpearlo repetidas veces, ya que bueno, no faltabadecir que él era mil veces más fuerte que yo. De seguro mis golpes no le darían ni cosquillas.Golpeé la puerta con el puño pequeño que formaba mi mano, y esperé a que alguien abriera. Después de unos segundos, la rizada cabellera se hizo presente alotro lado del marco de entrada.-Hola- dije secamente, sin tener deseos de hablar con él.-Hola- dijo cabizbajo. Al parecer ninguno de los dos tenía ganas de charlar.Entré a la casa y me quedé parada en la sala de estar a observar cómo Harry cerraba la puerta de entrada. Sinceramente, cuánto lo odiaba desde que le dijo«cuatro ojos» a Álvaro y a mí «nerd». Fue en ese momento en que me di cuenta de que en el fondo, Harry Styles seguía siendo el mismo egocéntrico popular desiempre.Nunca cambió y no comprendía por qué yo había pensado que sí lo había hecho. Un pedazo de estúpida.-¿Dónde estabas?- me preguntó Harry con un tono de voz apagado.Bufé volcando los ojos. Debía ser una broma el hecho de que luego de dirigirse tan fríamente hacia mí, ahora me estuviera preguntando aquello.-¿Te importa?- dije con ironía.-Sí- respondió él mirándome profundamente, y haciéndome dar cuenta de que tenía los ojos.Abrí la boca para responder poniéndome a la defensiva, cuando una llamada telefónica interrumpió nuestra conversación. El teléfono de la casa. Harold contestó.-¿Aló?... Sí... ¿____?... Espera- dijo Harry viendo cortado algunas veces por la voz de la otra línea. Puso una mano en el auricular y se dirigió hacia mí- Es tu mamá. -Me quedé desconcertada. ¿Mi madre? ¿Mi madre llamando? No me lo esperaba pero como buena hija obviamente tomé el teléfono y respondí.-¿Mamá?-¡___!- exclamó del otro lado de la línea.Fruncí el ceño notoriamente. ¿Por qué tanta alegría?-¿Pasó algo?- le pregunté extrañada.-Sólo llamaba para saber cómo estabas- dijo de igual ánimo, sonreí-. Te extraño mucho, Poopey- mencionó esto último con voz de niña pequeña. Reprimí misganas de reír.-Yo también, mamá. Estoy bien, gracias. ¿Todavía sigue en pie lo de que volverán la próxima semana?- le dije, esperando que respondiera un «no, vamos a regresarantes». Y vaya que quería escuchar esa frase.Sin embargo claramente lo que yo pensaba y lo que hacía el mundo no congeniaba.-Lo lamento, cariño, dos semanas, recuérdalo- me dijo ella, escuchándose un tanto triste.Suspiré. De verdad quería regresara antes.-Está bien- esbocé una pequeña sonrisa a pesar de que ella no pudiera verla-. Buenas noches, mamá. Cuídate.-Igual tú, pequeña. Adiós- dijo ella dulcemente y colgó la llamada. Dejé el teléfono sobre la mesa.Maldecía el día en que mi madre tuvo que irse de viaje. Sólo eran dos semanas, supongo que podía vivir con ello. Pero me había acostumbrado tanto a verla encasa, que ya aquellos pocos días sin ella me estaban volviendo loca.Pura, purísima depresión.-Bueno, hasta mañana- dije yo inevitablemente cortante, dirigiéndome a Harry.Él asintió con la cabeza de manera de despedida y yo subí las escaleras para irme a mi habitación. Me acosté en mi cama dispuesta a dormir, cuando mi malditamente empezó a funcionar, a recapacitar.Cuando Harry me abrió la puerta estaba cabizbajo, cuando habló su voz estaba apagada, y cuando vi sus ojos estaban rojos. Indicio de llanto o de que se habíadrogado. Y dudaba mucho la segunda opción. 

***

 Desperté quince minutos más tarde de lo normal. Cuando me di percaté de ello, me vestí lo más rápido posible, cogí mi mochila rápidamente, y bajé las escalerascorriendo. Cuando llegué a la primera planta de la casa, me di cuenta del pequeño detalle de que Harry no estaba.Y no, no era que no estuviera en la sala o en la cocina, no estaba en ninguna parte de la casa, y las llaves de su preciada Betty no estaban.¿El maldito me había dejado botada? Me había dejado completamente sola. ¡Era un imbécil! ¡Pero qué estúpido era Harold! No me podía creer que fuera tandesgraciado como para hacerme eso. ¡Me había dejado sola! ¡SOLA!Enfadada me dirigí a la cocina para tomar algo para desayunar e irme caminando. Sí, quizás llegaría tarde, pero ya qué, me importaba una mierda, con llegar alcolegio por mí estaba bien.Hurgué en el refrigerador buscando algo para tomar, me decidí por lo más sencillo: un yoghurt de frutilla. Puse el yoghurt sobre el mesón de la cocina y cuando lohice me di cuenta de que había puesto el producto sobre un papel.Cogí el líquido sabor a frutilla y vi la nota."Tuve algo que hacer. Nos vemos por la tarde. Si quieres saber por qué no estoy en casa habla con tu querido James. Adiós - Harry".Pude sentir la tremenda ironía que dejó en la nota al nombrar "tu querido James". Claramente la nota iba dirigida a mí. Finalmente la curiosidad terminó porcarcomerme por dentro.Fui hasta la sala de estar y busqué el teléfono con la mirada. Estaba sobre la mesa central, con una nota que tenía un número telefónico en ella. Arriba del número,estaba escrito el nombre de James. Le marqué al mejor amigo de amigo y esperé que me contestara.-¿Styles?- me preguntó su voz grave del otro lado de la línea cuando contestó.-Thirlwall- le corregí-. Tú sabes que vivo con Harold, ¿no?-Sí, me lo mencionó- me respondió-. ¿Por qué llamaste?-Escúchame, no tengo tiempo, necesito saber dónde está Harry- dije escuchándome preocupada.O sea, imagínense. Harry me dejaba una nota que dejaba un millón de suspenso, me decía que le preguntara a James, ¿y querían que no estuviera nerviosa opreocupada? Imposible. Quizás lo odiaba, pero mi preocupación era inevitable.O tal vez simplemente no lo odiaba tanto.-Oh- se escuchó un seco sonido de la voz de James-. Está en el cementerio, pero no creo que se te haga muy agradable ir allí, está lloviendo- respondió él,dejándome atónita.¿Cementerio? ¿Por qué Harry estaba en el cementerio? El recuerdo de la noche anterior cuando lo vi con los ojos llorosos y rojos vino a mi mente.No podía ser.-James, ¿tienes auto?- le pregunté rápidamente.-Obvio- respondió él vanidoso. Sí, era lindo e inteligente, pero seguía siendo popular, aveces la fama se le subía a la cabeza.-¿Puedes venir a buscarme y llevarme al cementerio?- le pregunté.-Claro- dijo él simpático-. Estoy ahí en media hora.-Muchas gracias- suspiré agradecida por su gesto.-Voy- y dicho esto de su parte, colgó.Dejé el teléfono sobre la mesa y dos preguntas se vinieron a mi mente:Una: ¿Harry de verdad estaba en el cementerio?Dos: ¿¡Cómo rayos no me había puesto nerviosa hablándole al mismo James Blair!? Probablemente luego vendría la Apocalipsis.

 *** 

El sonido de una bocina llamó mi atención. Salí de la casa rápidamente y subí al auto de James corriendo para que la curiosa lluvia no me empapara la ropa. Mesenté en el asiento del copiloto.-Hola, ___- me saludó simpático y arrancó el auto.-Hola, James- le sonreí en un intento de parecer amable.-Te dejaré en el cementerio y me iré ¿de acuerdo?- me dijo rápidamente. Enarqué una ceja extrañada.-¿Por qué? ¿Harry es tu amigo, no? Y está en el cementerio, ¿por qué no...?- empecé a decirle intentando comprender.Él me interrumpió luego de soltar un profundo suspiro.-Harry me dijo que no fuera. Es más, no quiere que nadie vaya, pero...- se quedó en silencio a la mitad de la explicación.-¿Qué?- le pregunté curiosa.-Vives con él, quizás que tú vayas sea mejor- dijo encogiéndose de hombros.-De acuerdo- dije no muy convencida.-Además aunque quisiera quedarme con él no podría- dijo él y una sonrisa se posó en su rostro-. Brittany tiene practica de porristas.Volqué los ojos.La tonta rubia y hueca de su novia tenía que aparecer en escena.-Ya llegamos- dijo James, haciéndome salir de mis pensamientos.Aparcó el auto al lado de uno que se me hacía familiar: Betty. Ambos miramos el auto de Harry.-Me iré. ¿Estarás bien?- me preguntó amablemente.Asentí débilmente con la cabeza.-Sí, nos vemos- me despedí de él con un beso en la mejilla y estaba a punto de bajar, cuando él me detuvo ofreciéndome un paraguas que llevaba en el asientotrasero. Lo acepté y me bajé del auto. Luego, se fue en el vehículo.Abrí el paraguas y me resguardé de la lluvia poniéndome debajo de él. Agradecía un millón el hecho de que James fuera tan caballeroso, sin él probablementeestaría empapada por culpa del diluvio.Alejé los pensamientos positivos de James de mi cabeza y pensé en Harry. ¿Dónde rayos estaba? Debía encontrarlo. Me adentré en el cementerio y empecé abuscar a Harry.No había nadie por los alrededores, no podía ser tan difícil encontrarlo.Seguí caminando por el lugar hasta que la figura de alguien me llamó la atención. Me acerqué rápidamente hacia la persona y ésta al levantar la mirada me dejóver sus ojos verdes esmeralda.Harry.  

Cancelada Temporalmente/Viviendo Con La Nerd(Harry&tu)Adaptada (MyOnlyWay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora