Se encontró de pie en medio de un mar de gente. Diferentes caras. Ropa diferente. La gente iba en todas direcciones. Se encontró incapaz de pensar. Escuchaba los ruidos fuertes desde lejos, coches, trenes, murmuraciones y las personas que hablaban en sus teléfonos. Todo sonaba tan extraño, como si se tratara de un mundo diferente.
"Ah, vi la película con mi novio ... no era muy buena en realidad".
"Sí, jefe estoy en camino".
"¡Mi marido casi saltó de la ventana al oír que estoy embarazada!"
No sabía si se podía mover. O si esto era sólo uno de los sueños que siempre tenia. Dio un paso y sintió una fuerza muy fuerte que le golpeó el hombro haciendo que cayera al suelo, y su mente se encontro en blanco.
—¡Fijate por donde caminas niño!—. La voz de un empleado de oficina le gritó en la cara antes de alejarse.
—Los niños en estos días parecen como si tuvieran una especie de droga en la cabeza—.
—¿Niño? Pero que le pasa a ese sujeto—. Se puso de pie, sorprendido al no sentir debilidad al pararse.
Empezó a caminar y en el camino vio una máquina de vending, se veia tan colorida y brillante. Podia ver perfectamente su reflejo en el vidrio que cubria las bebidas. Pero aquel que podía ver desde el cristal no era él... ¿O si era él?. Se veia sano, levantó sus temblorosos dedos hacia su cara. Muy ligeramente tocó las mejillas, suaves, trazó sus ojos, sintió su suave cabello caer en su cara... estaba vivo de nuevo.
—Disculpe, pero esto no es un espejo de baño—. Se escucho la voz de una niña detrás de su espalda y Misaki se alejó lentamente de la máquina.
—Esto... Esto...—. confundido, Misaki comenzó a correr contra el flujo de personas.
El metro y todo el entorno, de alguna manera se sentían diferentes. Cerró los ojos. Sentia la brisa pasar por sus mejillas, de alguna manera se sentia tranquilo. Pero entonces su paz se vio interrumpida.
—¿Pero que dices? Me tome la molestia de conseguir las entradas para nosotros dos ¡¿Y no podras venir?!—.
Misaki se dio la vuelta.
Detrás de él habia un hombre alto, más probablemente, un estudiante universitario que estaba mirando de lejos la figura de la noria mientras hablaba por telefono con el rostro molesto.
—Sabia que esto era ridiculo... ¿Que?.... ¡Olvídalo! ¡Estoy volviendo!—.
Después de soportar sus irritantes gritos, el chico arrojó algo en el bote de basura. Misaki esperó a que se diera la vuelta y se marchara, despues se lanzó a la papelera y sacó lo que el chico tiró a la basura.
—Eh... Parece que son entradas... ¿Para un parque temático?—. El adolescente los miró.
El cielo despejado era brillante y de lejos se podía ver la rueda de la fortuna que giraba lentamente.
El poco tiempo que le quedaba, no lo dejaria recrear ese tipo de sueño en la vida real.
—Eso es sucio, ¿Sabes?—. Una voz cortó repentinamente los pensamientos de Misaki. —La gente a veces escupe ahi—.
El chico se dio la vuelta. Misaki no pudo evitar entrecerrar los ojos. El cabello plateado del hombre era demasiado deslumbrante bajo el sol, como si fuera un dios de un cuento de hadas.
—Te he estado observando desde hace un tiempo... Pareces demasiado excitado por todo... No eres de aquí ¿Verdad?—.
Misaki nervioso miraba las entradas y luego volvia la vista al hombre peliplata. Estaba a punto de colocar los billetes de vuelta a la papelera con un rostro que decia "Qué desperdicio" pero el recién llegado se echó a reír de repente.
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Solo dos deseos - Usagi x Misaki #MA2017
NouvellesMisaki tal vez no nació para poder quedarse más tiempo, y en su lecho de muerte solo tenía dos deseos. Usami Akihiko, un hombre que había llegado tan repentinamente a su vida, y a quién no le importó el tiempo que quedaba trató de cumplirlos. Ganado...