Cap#6 - "Paranoico de los pañuelos"

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Cuando Azusa regresó a casa, cabe mencionar algo aturdido, se percató al fin, que todo aquel asunto de el misterioso extranjero lo había hecho olvidar por un segundo lo de su hermano.

Sonrió ligeramente.

Tal vez aquel hombre no era tan malo.

-¿Ha pasado algo bueno? – Natsume lo recibió abrazándolo por sorpresa.

-¿Qué…? Suéltame, bestia.

-¿Bestia? – Natsume lo apartó un poco para mirarlo con cara de cachorro herido. – Después de todo lo que hice por ti…

-Nadie te obligó.

Natsume sonrió juguetón.

-¡Oh! Inocente criatura, algún día reclamare mi pago.

-Tsk… - Azusa empujó a su hermano, haciendo un esfuerzo por no botarse de la risa.

-Ya en serio, Azusa ¿Qué te tiene tan de buen humor? – Natsume cruzó los brazos sobre el pecho, mirándolo con curiosidad

-Pero ¿Qué dices?

-Bueno. – Natsume se encoge de hombros. – Saliste hecho una furia; y ahora regresas con una risilla nerviosa poco común en un ser tan amargado como lo eres tú.

-¡Oye!

-Solo digo la verdad. – Sonríe – Además… - Natsume arruga la nariz, haciendo que en su rostro se dibuje una mueca simpática y ridícula. – Hueles a cigarro.

-¿De verdad? – Azusa se huele las mangas en busca de rastro de tabaco. Es verdad. ¿Cómo ha llegado ese olor a él?

-Aparte de gay, adicto.

-¡Cállate, idiota! – Azusa le da un golpe en el brazo, no tan fuerte para que deje moretón, no tan suave para que no duela.

-¡Auch!

Tsubaki miraba el techo sin interés, mientas, acostado en la cama, lanzaba y atrapaba una pelotita de hule al ritmo de la suave tonada que Ema había puesto en la radio.

La cabeza le dolía; le palpitaba tan tortuosamente, que sentía que podría dormir el resto del año.

Lanzaba, atrapaba. Lanzaba, y volvía a atrapar. Imaginando que la pelota era su vida; una vida fácil de manipular, fácil de distorsionar. Que un solo movimiento de muñeca de un Dios invisible y poco amigable, podía hacerlo estar tan alto como el mismo Sol, para luego caer gracias a la estúpida gravedad de regreso a su mano. Siempre acercándose a la cumbre, a la libertad, a la felicidad…. Para después caer a la realidad.

“Al fin”, se había dicho cuando logro tener a su hermano entre sus brazos haciendo algo más que…bueno, cosas de hermanos. Al fin.

Para que ese mismo acto egoísta, lo mandara al infierno.

Solo.

“¿Qué se supone que voy a hacer en esta habitación, solo? ¿Cómo sobreviviré a un espacio tan lleno de recuerdos? ¿Cómo?”

-Imbécil. – Tomó la pelota entre sus dedos, aplastándola, para luego, con la rabia regresando a él y apoderándose de su brazo, lanzarla a la lámpara de su escritorio, que se tambaleó unos segundos para luego caer y hacerse añicos en el suelo. –Mierda.

-Tsubaki… - Ema, que hasta ese momento se había limitado a sentarse en silencio a observar la colección de discos de los hermanos, ahora se ponía de pie de un brinco. – Voy por una escoba….

Brothers Conflict (Boy Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora