Capitulo 191

2K 107 14
                                    

-NE-

El día empezó a transcurrir. Todos pintaban las paredes del NE, menos León, quien caminaba de una punta del NE, a la otra pensando cuál era la razón por la que no podía despertar. Y su caminata hubiese seguido, si no fuese por la repentina interrupción de Hope.

Hope: ¿Qué haces Leequitis?-Le preguntó caminando a su lado.-

Leon: No soy Lleca, soy Leon.-Le recordó enojado.-

Hope: Si estás enojado no te la agarres conmigo.-Leon sólo siguió caminando.-

Mar: ¿Qué hacen?-Les preguntó sumándose a la caminata.-

Hope: Lo que pasa es que Lleca está cruzado.-Le informó mientras caminaban a su lado.-

Leon: ¡Soy Leon! ¡No Lleca!-Las dos frenaron ante las palabras de Leon. Los tres estaban fuera del NE. Leon las miró y, después de apretar su mandíbula enojado, empezó a caminar, a paso rápido, hacia una casa vacía de la urbe.-

Mar: ¡Leon! ¡Para Leon!-Empezó a pedirle mientras que con Hope lo corrían.-

Leon: ¡Déjenme en paz!-Exigió metiéndose en la casa.-

Hope: Para Leon, ¿qué te pasa?-Le preguntó cuándo entró en la casa con Mar.-

Leon: Me pasa que no tengo nada. No tengo mi vida real, ustedes,-Señalándolas a las dos.-, me sacaron mi vida de mentira, y ahora no tengo nada.-Dijo enojado. Hope se acercó a un teléfono mientras que Mar se acercó a Leon.-

Mar: Leon, es mejor saber la verdad, antes que vivir en la mentira.-Le aseguró.-

Leon: ¡No! ¡Yo era feliz en el NE! ¡Yo tenía mis lujos, mi techo, mi ropa, mi plata, y era feliz!-Dijo al borde del llanto.-

Mar: No, Le...-Un grito de Hope la interrumpió.-

Hope: ¡Papi!-Gritó emocionada y Mar se dio vuelta rápidamente para mirarla.-

Mar: ¿Es Nico?-Preguntó emocionada.-

Hope: Ay, por favor, háblame. Te extrañé mucho. Te extraño.-Mar se acercó a ella y Leon, sin que se dieran cuenta, agarró otro teléfono para escuchar.-

Nico: Mi amor, ¿quién está en la línea?-Preguntó y Mar y Hope giraron en sus talones para ver a Leon con el teléfono en su oreja.-

Hope: Dad, yo sé que no podes esto, por la paradoja y todo eso, pero por favor, Lleca te necesita.-Le suplicó mientras que Leon sólo miraba con el ceño fruncido todo.-

Nico: Está bien, está bien. Sólo esta vez.-Accedió y se aclaró la garganta. Mar y Hope tenían lágrimas de emoción en sus ojos.-Boncha, ¿estás ahí?-Leon miró el teléfono confundido y Hope y Mar lo empezaron a señalar y a decirle que hablara.-¿Hola?-Leon se aclaró la garganta.-

Leon: ¿Quién sos?-Preguntó directo.-

Nico: Yo se cómo te sentís. Seguramente en este momento estarás diciendo, "¿quién es este logi?" Si. Nunca entendí porque hablas al revés, pero así lo haces. "¿Qué idea tiene este logi?" Pero yo sé que estás bien acompañado. Pero claro, te falto yo papá. Yo soy tu referente. Vos me tenes ahí arriba. Yo soy tu guía, tu faro. Esos dos ojos azules que te iluminaban. Tu nueve de área.-Le decía un poco emocionado.-

Leon: Ah, pero sos un poco agrandado.-Dijo por el teléfono mientras olvidaba ese enojo que lo llevó ahí.-

Nico: Soy consciente de mis fortalezas, y te aseguro bonchita, que soy consciente de las tuyas.-Le aseguró.-

Leon:-Leon hizo una mueca.-Yo la verdad, no sé quién sos. Vos, para mí, sos un gil que no para de decir cosas.-Dijo dándole la espalda a Mar y a Hope, quienes escuchaban todo por el teléfono.-

Nico: Uh, papu, dolió eso. Bueno, si queres arrancar así, vamos a arrancar así. Yo sé que andas un poco desmemoriado, papu. Yo sé lo que les pasa a todos y a cada uno de ustedes.-Le informó mientras que Leon lo escuchaba.-

Leon: ¿Y qué nos pasa a todos? A ver...-Lo desafío.-

Nico: Están en la línea de fuego, Llequita. Y lo peor de todo, es que nadie les preguntó si querían o no querían. Los metieron ahí, y no pueden retroceder. Y tampoco ir al frente. Están parados en la línea. Están indefensos. Angustiados. Créeme que lo sé. Pero lo único que se puede hacer cuando estás en la línea de fuego, es resistir. Están desorientados. Se sienten caer al vacío. Sienten que van a perder todo, pero no es así. Tienen un hombro en donde apoyarse. Tiene razones. Muy buenas razones para resistir. Para seguir luchando. Para esquivar el fuego. Nuestra mayor debilidad, puede ser nuestra mayor fortaleza. Solamente hay que verlo. Yo lo sé. El tiro puede venir de cualquier lado. Pero hay que resistir sin traicionar lo que son. Así no sepan quién son. Así no entiendan porque pasa lo que pasa. Resistan. A veces la razón no entiende ciertos misterios. A veces para resolverlos hace falta eso. Resistir. Resistir juntos. Están todos en la línea. Si uno flaquea, si uno baja los brazos, pierden todos. Resistir lo que viene de afuera, pero también resistir a los propios demonios.-Mar y Hope ya soltaban lágrimas por las palabras de Nico, mientras que Leon sólo escuchaba sin entender porque lo hacía. Porque quedarse escuchando cosas que él pensaba que no quería escuchar, cuando en realidad, sólo deseaba eso.-

Leon: ¿Y por qué tenemos que resistir?-Preguntó interrumpiéndolo.-

Nico: Te conocí cuando tenias once años, y ya ahí querías ser grande. Supongo que ya lo sos. Entonces ahora que sos grande, podes saber que si todo lo que pasó fue duro, todo lo que viene va a ser peor. Por eso, papu. Por eso. Tienen que resistir.-Leon, quien aparentaba entender lo que Nico decía, negó con la cabeza.-

Leon: No, no para. Yo no sé ni quién sos. Yo a vos, no te conozco, y no tengo porque escuchar un viejo hablando por teléfono.-Dijo frunciendo su ceño.-

Nico: No, te aseguro que no estoy viejo. Estoy intacto. Y yo lo sé. Yo lo sé, no soy nadie para vos. Pero vos sos tanto para mí.-Dijo por el otro lado del teléfono.-Te podría contar tantas cosas importantes que vivimos juntos.-En su voz se notaba la nostalgia.-Por ejemplo, yo te enseñé a jugar al fútbol, papu.-Le contó.-

Leon: Ah, ¿sí?-Preguntó en un hilo de voz.-

Nico: Si. Vos no te acordarás, Llequita, pero yo siempre te decía "si por el medio se te complica, anda por la línea, Llequita". Y no sabes los goles que hiciste cuando me diste bola. No sabes.-Le decía emocionado al recordar esas pequeñas cosas que tanto marcaron sus vidas.-Mira bonchita, mi papu, vivimos tantas cosas juntos, pero las que más me acuerdo son las pequeñas cosas. Por ejemplo, el día que iba a casarme con Cielo. Que vos me acompañaste en el descapotable, ¿te acordas?-Le preguntó al borde del llanto.-Los dos vestidos impecables, parados en los asientos cantando mi canción favorita, felices. Sabemos que no hay pasado, ni futuro, ni distancias que nos separen. Papu, llegaste a la mitad del río. Podes seguir adelante, o volver a la burbuja. Y por más lavado de cerebro, vos sabes adentro tuyo quien sos y quienes somos tu familia. Vos sabes que sos Lleca, nuestro Llequita.-Leon lloraba.-Sabemos que, aunque queramos o no, vamos a seguir estando juntos del mismo lado del camino. Avanzando, retrocediendo, cruzando la línea o yendo al pasto, siempre estamos trazando un camino, marcando una línea, hasta el final.-Leon lloraba en silencio.-Lleca, papu, ¿estás ahí?-Le preguntó.-

Leon: Si, papu. Acá estoy.-Dijo llorando.-

¿Sin resistencia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora