-
Todos caminaban por los distintos caminos del NE, y hasta algunos por los túneles. La última en llegar a su destino, fue Mar, quien iba caminando con lentitud y miedo de lo que se podía encontrar. Llegó hasta al altillo, donde se encontró a sí misma sentada en un silla.
Mar: Pensé que iba a aparecer otra persona.-Dijo sincera cerrando la puerta.-
Marianella: Sabes que es mentira. Tenías muy en claro que yo iba a estar acá esperándote.-Mar apretó su mandíbula y empezó a caminar hacia Marianella.-
Mar: ¿Qué se supone que tengo que hacer? ¿Pedirte perdón?-Escupió sarcástica.-¡Todo es tu culpa!-Le gritó señalándola.-
Marianella: No, nada es mi culpa. En todo caso, nuestra culpa, porque yo soy vos.-Dijo señalándose.-
Mar: Tenemos muchas diferencias.-Murmuró por lo bajo enojada.-
Marianella: Bueno, no me pude bañar. Vos sabes cómo es resistir afuera.-Mar puso sus manos en su cara.-
Mar: ¡No tuviste que dejar que los atraparan! ¡Sufrimos todos! ¡Todos! ¡Y es toda tu culpa!-Lágrimas salían de sus ojos.-
Marianella: No, Mar. No te confundas. Nadie tiene la culpa. No te culpes con algo que no es tu culpa. Deja ir esto.-Dijo señalando su ropa llena de suciedad, y a su cuerpo flaco y débil, pero al mismo tiempo, fuerte y golpeado.-Deja esto atrás. Vos ya hiciste lo tuyo, ya me pasaste. Los salvaste, Mar. ¿Eso era lo que querías? Lo conseguiste.-Mar se acercó hasta ella.-
Mar: No los salvé. Los lastimé.-Dijo enojada.-
Marianella:-Negó con la cabeza.-No. Vos hiciste lo que tenías que hacer. Si vos los hubieras lastimado de verdad, este reloj no se hubiera conectado con vos.-Mar miró el reloj.-
Mar: ¿Cómo sabes eso?-Le preguntó llorando.-
Marianella: ¿Realmente importa?-Un corto silencio se hizo, y Mar negó con la cabeza.-
Mar: ¿Cómo hago para perdonarme toda la mierda que hice?-Le preguntó a Marianella llorando.-
Marianella: Dándote cuenta que no hiciste nada malo.-Mar se derrumbó en el piso llorando, y Marianella se acercó a ella.-¿Me vas a dejar ir?-Mar hizo silencio.-Tenes que dejarme ir, Mar. ¿Lo vas a hacer?-Mar la miró y, después de mirar su pasado cuerpo flaco, lastimado y esos ojos con desesperación, asintió.-
Mar: ¿Te solté? ¿Te perdoné?-Marianella se rió levemente.-
Marianella: No te dejes llevar por lo que ves. Yo sólo estoy esperando que cruces esa puerta.-Dijo señalando la puerta del altillo.-Ya está, Mar. Ya no hay nada que te atormente.-Mar asintió frunciendo su ceño mientras miraba el piso.-
Mar: Chau.-Marianella sonrió y Mar, frunciendo su ceño, cruzó la puerta. Al darse vuelta, Marianella ya no estaba parada ahí.-Adios.-Susurró y después de sentir una brisa, cerró la puerta y bajó.-
-
Thiago había sido de los primeros en llegar a su destino, el cuarto de los chicos. Al pasar, se encontró con un hombre medianamente alto, con rulos oscuros, traje claro, anteojos y un sombrero.
X: Hola, Thiaguito.-Thiago frunció el ceño y, después de pasar por la puerta, la cerró.-
Thiago: ¿Quién sos?-Le preguntó confundido.-
X: Pero por favor, que yo sé que por más desmemoriado que estés, siempre vas a saber quién soy. Soy Bartolomé Bedoya Agüero.-Exclamó con su arrogancia.-
Thiago: ¿Sos mi papá?-Le preguntó emocionado.-
Barto: Mírate, sos un ridículo. Me llamas "papá", cuando no lo soy. Yo acá no vengo a ser bueno, no lo soy.-Aclaró.-Todavía no puedo creer que te sigas emocionando con el sonido del silencio.-Negó con la cabeza incrédulo mientras Thiago dejaba caer lágrimas.-No vas a tener una vida normal. No.-Le aseguró.-¿Qué pensaste? ¿Qué ibas a poder casarte? ¿Tener hijos? ¿Ser feliz?-Negó con su cabeza con lágrimas en sus ojos.-
ESTÁS LEYENDO
¿Sin resistencia?
FanfictionQué pasaría si la resistencia nunca hubiese existido, o por lo menos eso se pensaba. ¿Qué pasaría si ese día en que los enviados del gobierno empezaron a capturar a los chicos, lo hubiesen conseguido? ¿Y si la resistencia está formada por una bolid...