Miedo

49 4 0
                                    

Sentimientos y desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá algo contrario a lo que se desea. 

No sé a vosotros, pero a mí lo que más me ha llamado la atención de esta definición ha sido desconfianza.

 Cometemos el tremendo error de desconfiar de nosotros mismos, sobre todo de nuestras posibilidades. Nos pasamos toda una vida cultivando el conformismo, ¿y por qué? Por miedo.

Nos hacemos siempre las mismas preguntas: ¿y si fracaso? ¿Y si me dice qué no? ¿Y qué dirán los demás? ¿Empezar de cero otra vez? ¿Y cómo sé que lo conocido es mejor que lo conocido? ¿Y si me la ostio? 

Tenemos miedo a avanzar y arriesgarnos cuando en verdad no nos damos cuenta de que teníamos que tenerlo al conformarnos y al no hacer nada.

Un hombre sabio, muy sabio, dijo una vez que la valentía no es ausencia de miedo, sino la conquista del mismo.

Nos pasamos una vida siguiendo la corriente de que la sociedad espera de nosotros, ¿y por qué? Por miedo a no ser respetados. Dejamos escapar la magia de una mirada, de un silencio, de una media sonrisa o de una simple conversación, ¿y por qué? Por miedo a ser rechados.

Auyentamos nuestros sueños más profundos, esos que de pequeños no parábamos de gritar, esos, en los que pensamos los domingos por la noche al apagar la luz. Sí, esos que no contamos a nadie. ¿Y por qué? Por miedo a equivocarnos.

Ponemos un escudo tras otro, tras otro en los corazones, es más fácil poner un escudo que una tirita ¿verdad? El problema es que lo transformamos en una máquina, una máquina que sólo bombea sangre. ¿Por qué? Por miedo a que nos hagan daño.

Nos auto convencemos como cobardes de que nuestra vida está bien como está, de que ese cosquilleo que he sentido en el estómago por él, no son mariposas, son abejas asesinas. Dejadlo sin una mísera oportunidad a esas personas maravillosas que pasan a cuenta gota por nuestras vidas. ¿Y por qué? Por miedo a no ser amados.

Cambiamos, nos ocultamos tras máscaras, a veces incluso, creamos personalidades como quien crea un personaje o algo así. Ocultamos la verdadera apariencia como quien oculta una mentira a sus padres. ¿Y por qué? Por el puto miedo al que dirán.

¿Pero estamos tontos? Osea, no nos damos cuenta que la mayor riqueza que podemos aportar  en nuestra vida ya no es la de los demás, es la de ser nosotros mismo. 

Quédate quieto, mira hacia atrás y párate a pensar todo tu camino recorrido hasta ahora. Observa las variantes que has tomado y pregúntate ¿son decisiones qué has querido tomar tú? ¿Estás dónde quieres estar? Y la más importante ¿te gusta donde estás?

¿Sabes lo bueno? Que tú eres el dueño de tus pies y os quedan muchos, muchos kilómetros que recorrer y por eso, sientete orgulloso de ser como eres. 

Valorar tus virtudes, pero sobre todo valorar tus defectos, ¿por qué? Porque estos últimos son los que te hacen diferente al resto de la gente. 

¿Miedo? ¿Y tú? Sí tú, ¿qué harías si no tuvieses miedo?

Reflexiona (textos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora