Tal vez fuera necesario

17 2 0
                                    

A veces la vida te pone a prueba, a veces hay que tocar fondo para saber apreciar lo que tienes. De nada vale eso de llorar cuando ya lo has perdido todo...

Nunca he estado tan cerca de dar un portazo, de esos que sabes que van a doler. De hecho te confieso que dibujé mi sonrisa lejos de la tuya, estaba decidida... Pero, no pude, no quise, no quiero un futuro donde nuestros sueños viajen en distinto trenes. No quiero tardes de cervezas  ni domingos de resaca sino estás conmigo para poder quejarme del dolor de cabeza que tengo.

Quiero tropezar y caer mil veces y que te rías en lugar de ayudarme a levantarme, quiero que me lleves la contraria en todo lo que digo, que me digas que estoy loca, que te rías de todas mis estupideces, que sigamos hablando de cosas sin sentido, que me cuentes cómo te ha ido el día solo para poder quejarte de que estás cansado, de que ha sido un día de mierda, que sigas preguntándome nombres de canciones, que pongas mi nombre en cada acorde, que tengas una memoria de mierda y tenga que repetirte las cosas mil veces.

 Que sigas siendo tú, el chico de la eterna sonrisa, el que no se preocupa en odiar a nadie porque está demasiado ocupado queriendo a los que le quieren, el que nunca me entiende, pero siempre sabe como hacerme reír, el que tiene miedo de que le quieran porque una vez le hicieron daño, el que te mira y sabe en qué estás pensando, y sabes que no va a ser algo bueno, que detrás de esa mirada hay una rayada de perdernos por el mundo, de coger las maletas e irnos, que importa si acabamos en el norte o en el sur, perdidos en mitad de Madrid o en mitad de la nada sin saber como volver a casa. Da igual. Una historia más que contar.

Estuve a punto de irme, te lo prometo, llegué al punto de querer dejar todo atrás, de empezar de cero y construir un nuevo futuro. ¿Pero de qué me vale si no estas? 

Hemos estado tan cerca de perdernos que creo que por ese motivo no vamos a marcharnos, porque hemos tocado con la punta de los dedos lo que era estar lejos y ninguno de los dos queríamos eso. Has llegado tarde a pedir perdón, es cierto, tal vez el daño ya está hecho, tal vez debería marcharme, tal vez, pero nunca es demasiado tarde para intentarlo una vez más. 

Tal vez has tenido que estar a punto de perderme para que yo me de cuenta de que te importaba más de lo que creía, tal vez esto en vez de ser el final es un nuevo comienzo. Quién sabe. Tal vez necesitábamos esto los dos, tú para que te des cuenta que no quieres perderme y yo para darme cuenta que, a pesar de todo no quieres que me vaya...

Te lo he dicho mil veces. Soy consciente de que soy un saco de defectos, sé que tal vez tu vida sería más fácil sin mis rayadas, sin mis tonterías, pero ojalá siga complicándote la vida muchos más tiempo. Ojalá me sigas sacando de quicio y me siga enfadando cada vez que no me haces caso, ojalá sigas metiendo la pata y sepas como pedir perdón o como hacerme reír para que se me olvide, ojalá todo sea como antes, dos balas perdidas hechas a medida, dos imbéciles, dos... Ojalá sigamos siendo dos.

Que sí, eres un desastre, pero ojalá no me faltes nunca. A

Aún no es muy tarde para coger el tren, sé que mereces la pena, que no te quiero perder...

Reflexiona (textos)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora