El Misterio del Diamante Oscuro

Capítulo 1

Febrero 2016, Chicago, Illinois 

840 N Lake Shore

  El resplandor del sol empieza a perturbar su vista, debía levantarse temprano para cumplir con su rutina de cardio por las avenidas cercanas a su departamento, pero al parecer, esta vez, el sol se le ha adelantado por un par de horas. Son tan solo las 7:04 a.m, la cual el suele levantarse al rededor de las cinco-un cuarto para las seis, pero se ha desvelado gracias a sus compañeros de trabajo que la noche anterior lo invitaron a salir a algunos antros de la ciudad "sera solo por esta noche para despejar la mente", Pensó mientras sus amigos lo llevaban en el auto.

Se levanta de la cama, tallando su creciente barba y entra al baño de su departamento, al entrar, ve el reflejo de un hombre cuya edad de unos veintiséis años, cabello negro y ojos verde esmeralda, con unas ojeras que daba ese toque de descuido. Se sorprende, ya que el no luce así muy a menudo.

-Que empieze el día, no lo dejare perder-. dijo en voz alta, mientras empezaba a desvestirse mostrando su cuerpo pálido y atlético. Antes de entrar a la ducha, busca en su reproductor y coloca el albúm Songs For The Deaf , y la primera al aparecer es No One Knows de Queens of the Stone Age para despejar un poco la mente mientras se duchaba...

Estando en la ducha, abre la regadera y ve el tatuaje  de su antebrazo derecho, el tatuaje que se hizo en honor a su padre, un tatuaje de la cabeza de un chacal con plumas y joyas a los lados, lo hizo por que su padre era dueño de un gran museo en donde se estudiaba todo relacionado a la mitología griega, principalmente.

Su padre, el señor Benjamín Gold, era un hombre estúpidamente adinerado y de carácter bastante fuerte, sufría de problemas de ira. Su calmante era estudiar las mitologías e ir a expediciones, "muchas veces lo acompañe a ir a esas expediciones en egipcio, principalmente" Pensó el, mientras se terminaba de duchar. 

El señor Benjamín solía golpear a su madre y aveces hasta a el, pero siempre terminaba llorando después de que lo hacia, como arrepentimiento que lo dominaba. 

Su madre le contaba que antes de que el fuera adoptado, era incluso peor. Pero desde que llego él cambiaron un poco mas las cosas, su madre nunca fue feliz con su padre, de echo, su madre cayó en las drogas gracias a el, al miedo que le tuvo mientras el estuvo con vida... Pero eso cambió, hace diez años que murió su padre, las cosas cambiaron, su madre saco su lado glamuroso de su interior, hasta dejo de usar el apellido de su padre para usas el suyo de soltera. Lemout. 

Se queda analizando su vida mientras esta en la ducha, cuando un ruido lo despierta a la realidad, Era su teléfono local, "esa cosa suena como una alarma". Tiene un sentido de oído bastante entrenado, por eso es el detective estrella de la sede del FBI situada en Chicago. 

Sale rápidamente y recibe un mensaje de voz dejado. Al reproducirlo escucha una voz aguda que sollozaba y lloraba, esa voz con la que se quedaba hasta tarde consolándola por el dolor, la voz de la mujer que mientras mas envejecía, mas problemas se le acumulaban en la vida, la voz de su madre.

- Ryan, necesito que vengas a casa, es de suma importancia, no se encuentra bien.. esta grave.. ven lo mas rápido posible.. Ayud..- Se escucha a lo lejos un golpe en seco un grito agudo de su madre aproximado de llanto y fuertes gritos de ayuda...

Termina el mensaje de voz.