3. Lanzarme en paracaídas.

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Estado: inconcluso.

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Debo admitir que esto es algo que unos días me aterra de miedo, y otros me desespera no haberlo hecho aun. Pero no se preocupen, mi mamá siempre le aterra, y ella usualmente es bastante complaciente, aunque la mera mención de esto hace que pasen por su mente infinidad de historias trágicas que hemos oído las dos en su conjunto.

Aunque por lo que tengo entendido, cargas encima dos paracaídas: el que vas a usar, arriba; y el de repuesto, abajo, por lo que en teoría estás relativamente seguro dentro de lo que cabe, porque si uno no sirve, tienes el otro, que en teoría debería de servir, ¿no?

Pero hablemos de las cosas positivas: a mí me emociona mucho ver el mundo desde arriba, pero definitivamente no como cuando estás en un avión, sino sentir el mundo desde arriba y cómo las partículas de aire chocan contra tu rostro. Es como si estuvieras viviendo de la manera en la que tu vida debe de ser vivida.

Debo confesar que dentro de mí siento una apreciación inmensa por los deportes extremos, aunque yo vivo en la capital de Venezuela donde eso, realmente, no existe. Aunque no debemos dejar de lado el hecho de que la supervivencia diaria aquí es el deporte más extremo de todos: son los juegos del hambre en su máxima expresión.

No conozco a nadie que se haya lanzado en paracaídas nunca, pero todos mis amigos, por alguna extraña razón, juran que lo harán algún día -aparentemente falta mucho para que ocurra ese día, mjm-. De hecho, yo lo tengo en mi lista de cosas por hacer antes de morir... PERO, lo haré solo luego de que algunos de ellos lo hagan, porque la única referencia que tengo es mi prima, que se lanzó y bueno, a ella no le paso nada, pero a alguien más sí. Y quiero que sepan que mi prima tuvo el descaro de contarlo frente a mi mamá, justo luego de que mi mamá le preguntó si yo podía lanzarme con ella algún día. Tan cerca, pero tan lejos de lograr el objetivo...

Seguro estarán pensando en que por qué tengo algo que me aterra tanto en mi whishlist, y la razón es porque creo febrilmente que un ser humano debe de superar sus mayores miedos, colocarse retos mayores, hay una frase que dice: "Eres del tamaño de tus sueños", y yo creo que no es por la cantidad de sueños que tengas, sino por la calidad de los mismos, que cada uno marcará un antes y un después en tu vida que será positivo para poder seguir colocándote retos más grandes de lo que te imaginas.

Seguro muchos tienen dentro de sus wishlist "Superar el miedo a...", pero en realidad no es superar un miedo, sino darte cuenta de que todos somos capaces de hacer lo que nos planteamos, y aceptar que nos podemos equivocar, pero solo intentándolo es que nos daremos cuenta de lo que en realidad es vivir: salir de tu zona de confort y descubrir todo lo que hay más allá.

100 Cosas por Hacer antes de MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora