El reloj indicaba las 5:30 am. cuando ChanYeol abrió los ojos, sintiendo como unos rubios cabellos le causaban cosquillas en el rostro. Se encontraba abrazando el pequeño cuerpo de su novio, que descansaba una de las piernas sobre las suyas con gran comodidad.
El chico tenía, sin dudas, un rostro angelical, con facciones tan perfectas que el más alto podría quedarse contemplándolo durante todo el día, claro que, según él, era debido a que el bajito lo pidió para sí y obviamente aquella atracción sería inevitable.
Aun cuando el deseo de BaekHyun le otorgó una vida humana con todo lo que amerita, su mente aún recordaba el tiempo como genio, así como aquel día que aceptó ser parte de la vida del chico que yacía dormido a su lado.
Pasaron 6 meses desde que decidieron vivir juntos, pero ChanYeol no sabe exactamente que sentimientos debe desarrollar por BaekHyun, cuando el chico expresó su pedido no especificó ese detalle, solo lo quería a su lado. Por ende toda su existencia giraba en torno al rubio sin lograr asociarlo a ningún tipo de emoción conocida por el genio.
El motivo radicaba en que todos los genios, sin importar lo que fueron en su vida anterior, carecían de sentimientos humanos, esta privación les permitía conceder cualquier pedido sin entrar en conflictos morales.
El pequeño comenzó a moverse entre los brazos del más alto, segundos antes de girarse y abrir los ojos encontrándose con la mirada atenta del hombre. –Buenos días...- Saludó somnoliento mientras cubría la mitad inferior del rostro detrás de las sábanas permitiéndole a ChanYeol admirar aquel brillo particular en los ojos de rubio.
Pese a los asuntos internos que debía resolver, ChanYeol tenía muy presente un punto, estaba allí por aquel chico que le sonreía tras las sábanas y toda su vida como ser humano se centraba en él, aunque en ese momento no era capaz de comprender cuan enorme era el significado de la situación.
-Buenos días...- respondió en voz baja con la atención puesta en los delicados gestos, acortó la distancia entre ambos y depositó un fugaz beso en su frente. -...te espero abajo ¿está bien?...- Yeol no podía negar que la piel de su pequeño novio era placenteramente suave por lo que no perdía oportunidad de recorrerla con los dedos, aunque solo se tratase de sus finas mejillas. –...te prepararé un buen desayuno esta vez.- agregó un tanto preocupado, no comprendía el motivo por el cual el surco de sus mejillas era cada vez más pronunciado, o por qué pese a dormir más de 8 horas diarias sus ojeras resaltaban. Sin dudas debía aumentar esfuerzos en cuidarlo.
Baekie bajó la mirada cuando las yemas de sus dedos rozaron su rostro. –Oh, está bien...- Escuchó con cuidado lo que el más alto decía y dejó que abandone la cama que compartían. No tardó mucho en hacer lo mismo y luego de arreglarse para un nuevo día de trabajo estaba listo para encontrarse en la cocina con su novio, que como todas las mañanas tenia listo el desayuno para ambos.
-¿Hoy también trabajaras horas extra?- preguntó el más alto mientras servía una taza de té con leche al rubio. No sería la primera vez de ser así, cada cierto tiempo llegaba al departamento muy tarde, tan agotado que apenas alcanzaba a llegar hasta la cama por sus propios medios.
Yeol sentía algo extraño cada vez que eso pasaba, su corazón dolía y se recriminaba a sí mismo aún si no fuese su culpa en realidad. Tenía la necesidad de cuidar de él y de hacerlo sentir mejor. Según su interpretación aquello no era más que una respuesta normal a su nueva condición, después de todo ¿hay algo más humano que preocuparse por su par? Y Baek no era un mortal cualquiera, era su encomendado.
-Lo siento mucho, ni siquiera pudimos pasar tiempo juntos desde que nos mudamos- el horario de trabajo de ambos no les permitía verse durante el día y por las noches con suerte compartían la cena. Baek estaba apenado por ello ya que era él quien la mayoría del tiempo estaba ausente, sin mencionar que fue idea suya compartir departamento.
-Está bien Baekie, no te estoy reprochando nada. Solo digo que estos horarios que tienes pueden dañar tu salud...- expuso el más alto con preocupación sincera. –...siempre podemos ver la forma de estar juntos- Agregó intentando animarlo, lo último que deseaba era verlo triste.
– ¿Podemos almorzar juntos hoy?- Propuso finalmente, desviando por completo el tema de la conversación.
-Sabes que sí...- En el fondo agradecía que siempre sea el bajito el que tomara la iniciativa.
-¡Genial!- Exclamó emocionado al oír lo que esperaba. Al notar que se le estaba haciendo tarde, se levantó precipitadamente casi tirando su desayuno. Ese gesto entre susto y sorpresa que hacía el menor sin darse cuenta eran adorables a los ojos de su novio, causando en él una sonrisa involuntaria. –emm... sé que no puedes salir así que iré al instituto a las 12 en punto, podemos comer en la cafetería.
Yeol negó en respuesta. –Prepararé algo para llevar- lo último que permitiría era que el bajito no se alimentara como se debe frente a él.
Baek asintió animado y tomó lo que restaba en su taza de un sorbo, saliendo con prisa después de eso.
ChanYeol soltó un suspiro levantándose para recoger la mesa cuando unos labios le robaron el aliento. Su pequeño novio había regresado solo para despedirse como es debido.
Sus brazos buscaron rodear la ceñida cintura del bajito mientras disfrutaba del sabor de su boca, Baekie por su parte elevaba los talones abrazando el cuello del más alto, permitiendo que la lengua contraria recorriera cada recoveco de su cavidad.
No fue hasta que uno de los dos pidió por aire cuando se separaron, Baek abrió los ojos primero notándose de puntitas sobre los pies del más alto, aún estaban tan cerca que podían sentir la respiración del otro contra sus rostros.
ChanYeol aflojó el agarre accediendo a que el rubio se separe, antes de hacerlo depositó un último beso en su mejilla derecha. -Te amo...- susurró cerca del oído del alto y salió corriendo sin esperar respuesta.
De nuevo aquellas palabras, siempre huyendo antes de que Yeol pudiera siquiera reaccionar. Tal vez Baek era consciente de las dudas de su novio y solo prefería ignorarlas, o quizás, tenía miedo de escuchar una respuesta que le rompiera el corazón.
Su situación no tenía explicación lógica, si no era amor ¿Por qué estaba a su lado?, ¿por qué se empeñaba en cuidarlo? Ambos albergaban en silencio las mismas dudas. Dudas que solo el tiempo podría llegar a dilucidar.
HOLA MIS AMORES!!
Lo se;-; fallé vilmente a mi promesa de cada sábado TTwTT pero respeté el día><
aquí un capítulo mas, espero les guste^^
Me estoy poniendo a trabajar en esta y la otra historia así que pronto verán más de ambas^^
Si les gusto díganmelo en los comentarios >w< besos para todos y buenas noches :*
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Deseos Peligrosos
Fanfiction¿Alguna vez pensaste como seria tu vida de haber cambiado un solo hecho en tu pasado? ¿Te imaginas como una palabra o el simple hecho de decidirse por hacer algo 5 minutos antes o después podría marcar una gran diferencia en el trascurso de los acon...