Deseos Peligrosos

CAP IV - TE RECORDARÉ

-¡Sé lo que has estado haciendo JongDae! Interferir en la vida de los humanos está prohibido, conoces las reglas- KyungSoo no podía dejar pasar la falta de su compañero, más tratándose de una de las principales.

-Lo sé Kyungie querido, lo sé pero... no me parecía justo... ellos pagaron un precio muy alto ¡merecen ser recordados!- Exclamó con voz lastimera logrando sorprender al más bajo.

-No nos corresponde decidir que es justo y que no, nosotros somos simples instrumentos. JongDae, esto ni siquiera debería afectarte ¿acaso estás contaminado con sentimientos humanos?- lo miró con cierto repulsión, para los genios esa particularidad era un defecto que debía ser identificado y corregido de inmediato.

-El resentimiento también lo es KyungSoo - contraatacó- o quizás se trate, en tu caso, de celos, incluso odio... sea cual sea el sentimiento que experimentes, también te convierte en defectuoso.

Ni siquiera se inmutó al verse descubierto, sabía que su compañero era bastante intuitivo y que tarde o temprano lo notaría -tal vez pienses que es bueno, pero ten en cuenta que sentir como ellos no te volverá uno. Somos lo que somos JongDae y debemos vivir según las normas que nos imponen.

-Pero solo fui a visitar a un viejo amigo, también es tu amigo- resopló- además, pronto volverá a ser uno de nosotros, eso expusiste a viva voz en el consejo- se excusó el más alto haciendo que Soo frunciera el ceño.

-Prométeme- se masajeó el puente de la nariz exasperado - que ya no seguirás con esto, porque no seré capaz de defenderte si alguno de los superiores te descubre- después de lo sucedido con ChanYeol, Soo se sentía dolido, no podía perder a JongDae también.

-Lo prometo mi adorado y gruñón...- aseguró resignado al notar tristeza en la mirada de su amigo. –Pero... a cambio ¿prometes llevarme contigo cuando Channie pida su deseo?- pidió suplicante mientras lo tironeó.

-Suponiendo que califique, ¿cómo estas tan seguro de que seré yo quien reciba el llamado?

-Bueno, para empezar puedes ver a través de ese chueco cuerpo- bromeó- No me pongas esa cara, es verdad, puedes reconocer que es lo pasa por esa orejuda cabeza, eso solo es posible si está destinado a ti.

El más bajo únicamente asintió tras un suspiro, ¿cómo sabía su compañero que podía ver a través de Yeol? Ese era solo uno de los tantos secretos que guardaba su amigo. –Pero no vuelvas a aparecer frente a él hasta entonces.

El de sonrisa gatuna saltó de alegría y se lanzó a los brazos de Soo quien no sabía cómo reaccionar a tal muestra de afecto. – ¡Lo prometo hyung!- exclamó antes de soltar a su incomodo compañero.

***

-Si sigo comiendo de esta forma voy a engordar, y será tu culpa.

ChanYeol y BaekHyun regresaban de almorzar, habían optado por un restaurante a las afueras de la ciudad. El más alto había leído que el establecimiento ofrecía alimentos sin conservantes ni otras alteraciones, no podía permitir que ese tipo de "tóxicos" contaminaran el delicado cuerpo de su novio.

-¿Acaso es eso posible?- bromeó el más alto logrando de Baek una tierna imagen abultando sus finos labios.

-Channie...- tenía la mirada fija en el suelo del auto mientras jugaba con sus manos entrelazadas cuando se dirigió al más alto, casi suspirando su nombre.

Chan logró notar el desánimo de su acompañante, temiendo por lo que tenía para decirle, quizá que se sentía dolido por sus dudas, o peor aún, que quisiese separarse. ¡Baek no podría decirle eso! Los deseos no se devuelven.