“Para mi próximo cumpleaños deseo que ya sean novios”"
Hace un año el pequeño Channie, les pidió ese deseo.
Hoy en día ni las caras se veían.
Llevaban un mes peleados.
Los cierto era, que Channie estaba de cumpleaños, cumplía 7 años y esperaban contar con ellos nuevamente para celebrarlo.
El animador de las fiestas Shin Woo y su compañero, hace poco entonces novio, el payasito JinYoung.
Trabajo es trabajo, se repetía una y otra vez Dong Woo
Trabajo es trabajo y necesito el dinero, se repetía una y otra vez JinYoung
¡Todo sea por el pequeño cumpleañero!
Como siempre, Jin fue quien llego primero.
Los invitados no habían llegado todavía, se estaba acomodando su traje de payasito, cuando escuchó su voz:
-Hola Jin-
-Hola Dong Woo, ¿Cómo estás?-
-Bien ¿y tú?-
El ambiente se podía cortar con cuchillo, por suerte la madre del cumpleañero los interrumpió para decirle que su pequeño estaba esperando en el living, quería hablar con ellos.
-JinYoung, solo por hoy…ya sabes...-
-¿Fingiéremos que las cosas andan bien?-
-Sí-
-Bueno-
-¡¡Hola!!- Channie muy alegre los fue a abrazar, abarcando con su pequeños bracitos la cintura de ambos.
-¡Se ven tan lindos Juntos!-
Ellos se miraron incómodos, trataron de que el pequeño no se diera cuenta, sin embargo él lo sí lo había notado.
Los invitados empezaron a llegar, por lo que salieron al Jardin.
-¿Channie que pasa?-
-Nada mami-
-Te quedaste pensando y ya llegaron tus amiguitos-
-¡Sí Ya voy!-
Como nadie mejor que una madre conoce a su hijo, sabía que su pequeño algo estaba planeando.
-¿Ustedes son los mismos del cumple anterior de gogo cierto?- preguntó un niño que curiosamente había estado conversando poquito antes con el cumpleañero.
-Sip, somos los mismos- respondió Jin mientras hacia un perrito con los globos.
-¡Y son novios! – grito Channie.
-¡Bravo!- gritaron todos a coro.
Apenas había pasado una hora y ya habían sonrojado más de una vez.
Lo siguiente, fue que se armaron parejas para correr obstáculos, para lo cual era necesario amarrar una pierna a la pierna del otro.
Por supuesto a ellos les tocó juntos, con la torpeza de Shin y el apremio de Jin por ganar se tropezaron en más de un una ocasión.
La solución vino del mismo cumpleañero.
-¡Tienen que tomarse de la mano!-
-¡Sí que tomen de la mano, que se tomen de la mano!- nuevamente a coro.
Se tomaron de la mano, sintiendo el mismo cosquilleo de siempre.
Ahí estaban nuevamente disfrutando y sonriéndose como hace un mes.
Parecían como si fueran unos invitados más.
-¿Qué haces con esa bolsita en la mano Jin?-
-Channie me la dio, es para los dulces de la piñata-
-¡Jin, los dulces son para los niños!-
-Ya lo sé, pero también me dio una para ti-
Le paso una bolsita, que tenía el diseño de dinosaurios en miniatura, así como la piñata misma.
-¿Vamos?-
-¡Shin, Jin vengan!- el pequeño les hacía señas para que se acercaran a él antes que le taparan los ojos y así golpear la piñata.
¡Quien los viera a los dos recogiendo dulces entre niños de siete años!.
-¡Fue muy divertido!-
-¡Sip, salvo por el gordito que casi me ahoga!
-¡Jajaj Jin, no exageres!-
-¡No exagero! ¡El gordito casi me mata!-
Se rieron y luego se quedaron mirando, fijamente a los ojos
Sus rostros estaban acercándose.
-¡Cantaremos el cumpleaños feliz!- la madre de Channie los interrumpió.
El pequeño insistió en que se pusieron uno a cada lado de él, así lo hicieron sin entender por qué.
Apagaron las luces y la sala sólo se iluminó con la luz proveniente de las velas de la torta.
“Cumpleaños feliz
te deseamos a ti
Cumpleaños Channie
que los cumplas feliz”
-¡Los tres deseos!-
El pequeño los pidió, y sopló sus 7 velas.
En medio de oscuridad que se produjo luego que soplara las velas, Jin y Shin sintieron como sus manos eran unidas por quien estaba en medio de ellos.
Cuando las luces se volvieron a encender, sus manos estaban entrelazadas.
Mientras el pequeño abría sus regalitos, se sentaron a la mesa a comer del pastel.
-¿Jin porque estamos enojados?-
-La verdad ni me acuerdo-
-¿Entonces?-
-Te quiero mucho mi Shin-
-Yo también te quiero mucho mi Jin -
Un pequeño beso mientras se abría los últimos regalos, sólo visto por el pequeño Channie.
Uno de sus tres deseos de cumpleaños ya se había cumplido.
“Que mis amiguitos, el ShinYoung vuelvan a estar juntos y no se separen nunca más”
