Cartas Melancólicas [En edición]

La Primera vez que que te vi...

Querido ex amor:

Nunca he sido buena con esto del amor y tú bien lo sabes.

Jamás te dije lo que sentí la primera vez que te vi, ya se que no quieres saber más de mí, pero yo si quiero saber de ti, quiero seguir a tu lado, pero tú te esmeras en alejarme.

La primera vez que te vi, te vi sonriendo fue extraño nunca en mi vida vi a una persona sonreír en plena lluvia.

Te miraba con los ojos entrecerrados y mi curiosidad hacía ti crecía cada segundo, recuerdo que estabas gritando como loco y caminabas de espaldas a la gente.

Chocaste contra mí haciendo que ambos cayéramos al suelo de bruces, caí sentenda al suelo igual que tú.

¿Recuerdas lo enojada que estaba? Me ayudaste a levantarme del suelo y en un arranque de ira te grité unos improperios, en vez de ofrecerme una disculpa te echaste a reír.

Quería arrancarte los ojos y te lo tenías merecido, camine lo más lejos posible de ti, mientras que tú caminabas detrás de mí pidiéndome disculpas entre risas.

  ¿Sabes porque estaba enojada? Sé que crees que fue por la caída pero no fue así, envidiaba tu alegría, yo quería ser así; feliz, siempre busque la felicidad y muchas veces decía que esa felicidad no era para mí, nunca la tuve.

Me senté en un banquito bajo la lluvia, no me importó el frío sólo quería estar sola, recuerdo también que me pusiste tu chaqueta de chico malo, estaba calentita y era muy grande para mí, te miré confundida.

«Es lo menos que puedo hacer para enmendar mi estupidez.»

Una sonrisa malvada surco mi rostro e ideas descabelladas llenaron mi mente, me levanté con una sonrisa, adoro ser mala por diversión y a ti te encantaba eso.

«¿Sabes que mas puedes hacer por mí?»

Negaste con una sonrisa vacilante, tus ojos brillaron, ese brillo me cautivó, era bellísimo, quería atraparlo en un frasco y tenerlo ahí sin salida sólo para mí, ese brillo me robó el aliento...

«Llévate tu mugrosa chaqueta y déjame en paz.»

Te tiré la chaqueta y volví a mi lugar conteniendo la risa, tu cara, debiste ver tu cara, era tan graciosa y movías la nariz como un conejo, me pareció tierno.

¿Sabes? Era muy extraño de mi parte ser amorosa con algún chico, o si quiera ser tierna, era algo para mí desde niña me parecía asqueroso, bobo y patético el que una chica el amor la volviera una completa estúpida.

  Y sin darme cuenta me había vuelto una de esas chicas, irónico ¿No?

Sentía cosquillas, a cada segundo nuestras miradas se encontraban.

Cuando llegó mi bus, miré con disimulo hacía tu lugar, era extraño, me agradaste desde ese momento, habíamos charlado poco pero me cautivaste con tu forma de expresarte por cosas tan pequeñas, tan simples, por esa actitud tan.... relajada.

Una tristeza se alojó en mi estómago, se sentía raro al pensar que sería la última vez que te vería, quería que fueras mi amigo.

«¡Idiota!»

Grité con una sonrisa en mi rostro y entre al bus, vi por la ventana tu rostro, un sonrojo adorable coloreaba tus mejillas, la gente se me quedo viendo raro, pero nunca me importó lo que ellos pensarán.

Esa misma noche me quedé pensado en ti... Y lo sigo haciendo...

Sólo espero que, cuando te des cuenta de tu gran idiotez cometida, no sea demasiado tarde.

Con amor, la chica que una vez amaste, Jen.

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Cap dedicado a: @Yalexis1