CAPÍTULO I.

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Él instituto se llenaba de policías y muchísimos carros, en segundos ya el cuerpo no se encontraba en el suelo, se lo habían llevado.

Pasaron un par de horas y me encontraba en la estación de policía, estaba consciente que sería parte de un juego, donde yo solo sería una pieza en un tablero.

Todo era tan confuso, se supone que tener diecisiete años sería salir a fiestear, conocer gente nueva, reír, llorar, enamorarse equivocadamente y crecer como persona, pero las cosas a veces no salen como deben ser, te imaginas una vida junto a seres queridos y no piensas qué harías si alguna persona importante faltara, cuando esa persona desaparece o se va por cualquier razón, se van las ganas de luchar por lo que se quería.

Pasamos nuestra vida esperando porque algo nos suceda y no nos percatamos de que estamos mejor sin que ese "algo" ocurra, en mi caso es así.

Ver a la persona que amas en el suelo sin vida es uno de los sucesos más inesperados que a alguien le podría pasar, no entiendo que golpe me está dando la vida ni de qué manera quiere que lo asimile, simplemente deje de ver los colores del cielo y todo se volvió tenue y negro, sigo consciente de que volverá a amanecer y que la vida seguirá como todo sigue sin sentido, pero yo me resigno a vivir sin él, no me creo que la oscuridad sea capaz de abandonar mi vida desde ahora, antes creía en los matices que podían estar en tu vida pero ahora solo pienso en la oscuridad y sufrimiento que me llenara de por vida, las ganas de seguir con lo que llamamos vida son escasas, el ser humano es muy vulnerable y quizá nunca este preparado para perder a alguien preciado pero lo que esté ignora es que la muerte se hace presente en medio de la vida del hombre. El hombre no sólo es un ser que en un futuro morirá, sino que, ya en esta vida, está muriendo, y lo sabe. Percibe la muerte como fin de su vida terrena, como la ruina de la existencia corporal, como una ruptura —por lo que se puede ver— de las relaciones que le unen con los demás hombres, consigo mismo, con sus proyectos y aspiraciones.

Una voz masculina me hizo salir de mi trance, al parecer era el oficial Collins, un hombre de treinta y tantos años, de cabellos oscuro y alto.

—Señorita Hills, —Dijo el hombre. —necesito que entre al cuarto de preguntas, no le quitaré mucho de su tiempo.

Asentí y lo seguí.

Tome asiento, el cuarto era de un color muy claro y la luz blanca era un problema para mis ojos, era bastante molesta.

—Entonces señorita Hills, ¿como llego a la escena del crimen? —preguntó el hombre.

Le relate lo que había sucedido, las llamadas y que había hablado con Mark.

Se quedó con mi teléfono.

—¿Mark tenía algún enemigo?— volvió a hablar.

—No, él nunca fue un chico de meterse en problemas —respondí—. Pero no creo que alguien quisiera hacerle daño, él era el mejor estudiante del instituto Drew, ayudaba a todos los profesores, daba asesorías a los estudiantes que la necesitarán, era el capitán del equipo de fútbol del instituto, todos sus compañeros lo amaban.

—Es evidente que era un buen chico —dijo—. Fue trágico lo ocurrido, haremos lo posible para hallar el culpable, señorita Hills.

—Quiero que me hable de cómo era su relación con Mark, solo por curiosidad.

—Mark y yo hemos sido amigos desde que llegue a este pueblo; desde que tenía doce años, cuando entre en la secundaria empecé a compartir clases con él y nos volvimos muy cercanos, me acompañaba siempre después de la escuela a mi casa ya que él vivía por esa ruta, pasaron los años y nos convertimos en los mejores amigos, yo sé todo de él y él sabía todo acerca de mi.

El oficial solo asintió y parecía estar anotando cosas en su libreta.

Después de unas cuantas preguntas más me dejo salir de la habitación blanca. 

Karol mi tía paso por la estación de policías a recogerme.

Vivo con mi tía Karol desde que tengo doce años, solía pasar vacaciones de verano con ella desde que tenía seis y de alguna manera nos volvimos muy cercanas, a los doce cuando tenía que regresar con mis padres me encontraba algo triste y le planteamos la idea de pasar un año juntas, aceptaron y de ser un año pasaron a varios; mis padres aceptaron la idea de que me gustaba vivir con mi tía y me gustaba vivir en este pueblo, solo visitó a mis padres en Navidad y en vacaciones. Mi tía es magnífica tiene treinta años y trabaja en el hospital como doctora, tiene una melena rojiza larga y su piel está llena de pecas, es la hermana menor de mi madre, luce muy joven y muy viva.

—Es una noticia muy trágica, no me esperaba que pasara algo así, he vivido en este pueblo desde que me gradué de la universidad y siempre ha sido muy tranquilo. —Dijo con la vista en el volante.

Suspiré y no dije nada, no me apetecía hablar de lo sucedido.

Las gotas de lluvia caían con intensidad, los enormes árboles movían sus ramas y dejaban caer sus hojas, el viento era abrazador y el día se había vuelto oscuro.

Había llegado a mi casa hace unas horas pero no tuve la oportunidad de entrar a mi habitación debido a que estuve haciendo el almuerzo con mi tía, el cual no probé, ya que no me apetecía nada, después de lavar los platos me digne a ordenar mi cuarto, pero noto algo fuera de lugar, mi ventana estaba abierta y antes de salir la había dejado cerrada ya que cuando me fui utilice la puerta. Quizá fue mi imaginación y había estado abierta desde antes, me acerqué a cerrarla y entonces vi algo que me dejó fuera de órbita. Mark estaba ahí en el patio, con su ropa ensangrentada saludándome, sonreía como siempre y llevaba puesta su gorra beisbolera, pestañee un par de veces y seguía ahí, escuche mi puerta abrirse y enseguida voltee a ver y no había sido nada, dirigí mi mirada al patio y ya no estaba, ¿había sido mi imaginación? De pronto sentí la bilis, unas ganas de vomitar se apoderaron de mi, esto no podía ser real.

Fui al baño y vomite hasta más no poder, las cálidas lágrimas se deslizaban por mis mejillas creando un ardor y no de cualquier tipo, me recordaban que no estaría más junto a él, que se había ido y que no volvería, estoy tan mal y no creo estar preparada para lo que se viene y mucho menos sin él. Este era nuestro último año en el instituto, aplicamos en las mismas universidad y los dos fuimos aceptados, soñaba con un futuro junto a él.






¡Hola chicos/as! Disculpen la demora, ahora que me encuentro de vacaciones intentaré estar más activa y subir capítulos lo más pronto posible. Espero que tengan una linda noche.

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