Jongin, ¿Dónde Está el Gato? → KaiSoo

t r e s

—Choi Minho no es tan wow.

Sorprendentemente, esa línea aunada a una mueca y un «Meh» no la dijo Kim Jongin unos días después, mientras estaban en las gradas del campo de fútbol un día en donde la escuela estaba cumpliendo los doscientos años, o algo así a Jongin no le importaba. Minseok estaba en las gradas de abajo, con su pelo castaño desparramado en su frente sudada, una gorra con sombrilla, un jugo a su lado y un Joonmyun echándole aire. Para nadie era un secreto que Minseok odiaba a Choi Minho porque se había quedado con el puesto de líder del equipo no sabiendo jugar muy bien, Sehun lo apoyaba por las muchas veces que oyó a su hyung Luhan quejarse de ese tipo (y él siempre hacía lo que su bonito hyung decía). A Yifan no le importaba el fútbol es más ¿dónde estaba ese ser? Nadie sabía.

Jongin miró el campo, estaban jugando un amistoso que de amistoso no tenía nada; Luhan era un salvaje a la hora de jugar, y todo ese equipo en realidad, Kim Jongdae y Byun Baekhyun eran una bestias, y ni hablar de Jonghyun y Jinki oh por Dios, si casi le sacaron el ojo con la pelota al pobre portero del equipo contrario. El campo de fútbol era la propia matanza, pero Jongin no tenía tiempo para admirar cuánta sangre se había derramado, más bien estaba enfocado en la figura de Do Kyungsoo, sentado en las primeras gradas observando con atención a su novio y siendo todo sonrisas cuando el equipo anotaba un gol y Minho celebraba como si el gol lo hubiese hecho él (¡¿Qué te crees, cara de rana saltona, Cristiano Ronaldo?!).

—Jongin, disimula que odias con tu moreno ser a Minho —le dijo Yifan en la puerta de su oído, casi metiéndole la lengua y haciéndolo estremecer.

¡¿Cuándo llegó este ser?!

—Pero qué —Jongin saltó en su lugar y luego miró que Yifan tenía una sonrisa de triunfador en los labios—. ¡¿Por qué persigues mi muerte, King Kong?!

Yifan se encogió de hombros mirando él mismo a la pareja de tórtolos que estaba un poco más abajo de sus propios asientos. Para nadie era un secreto que Jongin sentía celos de Minho, era como una verdad que manejaban de forma universal, lo sabían ellos y lo sabían los amigos de Kyungsoo que (por mucha división que se hubiese creado hace un año) seguían un poco en contacto. Joonmyun era el que más contacto tenía con ellos.

—No creen que hoy Yixing se ve lindo con ese hoyuelo en su mejilla, a quince punto dos centímetros de su barbilla —preguntó y de inmediato se ganó el bufido de los presentes; tampoco era un secreto que Joonmyun era un poco...

—Ajá, casi tan lindo como Jongdae quien ayer tenía la sonrisa curvada unos tres centímetros hacia arriba, cierto —le dijo Minseok al mismo tiempo que lanzaba improperios al equipo contrario porque «Ridículo, ese era tu momento de anotar y de paso lesionar a Choi Minho. ¡Dios, ¿qué tienes, dos pies izquierdos?!»

—Joonmyun hyung, pasan los días y no te decides —comentó Sehun, sosteniendo la pancarta gigante que decía "Go Luhan, Go"

—Es que son como el ying y el yang —respondió el risueño muchacho—, por un lado está la inocencia hecha hombre, listo para dejarse pervertir: Zhang Yixing, y por otro lado, el pecado hecho hombre listo para pervertir: Kim Jongdae.

Está demás decir que los problemas existenciales de Joonmyun pasaron a segundo y tercer plano cuando el equipo de la escuela metió el gol final cortesía de Luhan, y Minseok y Sehun salieron corriendo por todo lo ancho de las gradas, llevándose por el medio a jóvenes, niños, niñas y adolescentes, uno para cargar a Luhan y llenarlo de felicitaciones con el "Go Luhan, Go" todavía en las manos y el otro para alabar a Luhan y prometerle el sol la luna y las estrellas por haberle robado el gol final a Choi Minho. Minseok en serio daba miedo cuando se trataba de fútbol, así que casualmente había gritado un «Ay Luhannie, que extraño que tú no eres el capitán» delante del entrenador Park.