c o r e a

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– Y así es como Harry Potter venció a Voldemort para que magos y muggles vivieran felices para siempre, fin –dije cerrando el libro que sostenía en mis manos depositándolo suavemente en mi regazo.

– ¡Senpai no puede acabar así, aún puedes contarnos una historia más!

– Sí senpai, por favor, una historia más ¡de despedida!

– Bueno... –vi mi muñeca y aún me quedaban treinta minutos en el hospital, podía inventar algo– ¿Ustedes sabían que Harry Potter tuvo un amor antes de ir a Hogwarts? ¿No? Bueno, todo comenzó cuando todavía asistía a la escuela muggle. Él no tenía muchos amigos ya que su primo se encargaba de aislarlo lo más posible, cuestión que no molestaba a Harry en absoluto, pero un día unos chicos lo llamaron a jugar.

Harry al principio los miró con ojos desconfiados, quizás eran amigos de su primo e iba a jugarle alguna broma, sin embargo, se encaminó hacia ellos y mientras más se acercaba, más se convencía de que eras buenas personas. Era un grupo de chicos muy grande, lo que le dio la seguridad de que lo pasaría muy bien ahí.

Los días pasaban y la vida de Harry había dejado de ser aburrida y monótona, ahora tenía amigos con quienes pasar el rato, amigos en quien confiar, amigos que lo querían.

Durante esos días, Harry se había hecho muy cercano a...

– ¡A la chica de la que se enamoró!

– A la chica de la que se enamoró claro, pero como era primera vez que se enamoraba no sabía cómo reaccionar, ni siquiera como actuar, lo único que Harry tenía claro era que no se quería separar de la chica; incluso terminó inscribiéndose en el taller de dibujo aun cuando solo había dibujado un par de veces.

Harry no tenía mucho dinero como para comprarle algo a la chica o como para invitarla a salir, así que esperó el día de cumpleaños de su primo, ya que de seguro le mandarían algo delicioso para comer y así podría convidar a la chica.

Resulta que ese día a Harry solo le enviaron un postre de frutas y tenía mucha vergüenza de compartirle eso a la chica de sus sueños, pero a ella eso no le importó y terminó siendo el día más feliz de su vida.

Harry y la chica...

– ¿Cuál era su nombre?

– Ella... ella se llamaba... –piensa Mingyu, piensa– ¡Wanda!

– Ya veo porque nunca la nombraron...

– ¡Callate Hiroto! Senpai sigue.

– Bueno, desde ese día Harry y Wanda eran un pack, iban siempre juntos, no necesitaban nada más para ser felices hasta que...

– ¡Ay no, final triste!

– Si Nao, final triste... Al enterarse Harry, en su onceavo cumpleaños de que era mago, y que debía dejar su vida muggle se puso muy triste, ya que al fin era feliz y le quitarían eso.

– Pero Mingyu, en la película esa fue la noticia que mejoró la vida de Harry.

– Ya, pero esta es la versión alternativa Hiroto, mundo paralelo.

– Este mundo paralelo es triste senpai.

– Bueno, bueno, déjenme terminar, que me voy en diez. A menos que prefieran dejarlo hasta aquí.

– ¡No! Lo sentimos, sigue por favor.

– Harry no sabía cómo decirle a Wanda que debía irse. Fue un cobarde y le confesó todo el día antes de irse a Hogwarts.

Cinco Sentidos ✧ MeanieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora