Truenos.

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¿Que era lo que pasaba?

¿Por que Alfred se mostraba tan distante estos últimos quince días? 

¿Por que Scott estaba tan meditativo? 

¿Habia hecho algo mal?

¿Los había molestado?

¿O que les pasaba?

¿Por que se sentía tan vació sin sus atenciones?

Se... Se sentía como... como si.... como si estuviera...

"Solo"

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-Hey, Arthur ¿Estas bien?- 

-¿Eh?- Dejo de meditar y miro la cara preocupada de su hermano, quien se encontraba frente a el en el comedor.- Si, estoy bien.- Se levanto de la mesa, bajo la analítica mirada de su hermano, recogió su plato, lo llevo al fregadero, agradeció por la comida, tomo una chamarra y sus llaves. Dispuesto a salir.

-¿A donde vas?- El pelirrojo lo miraba desde el comedor.

-Voy a dar una vuelta, regreso en una hora.- No espero respuesta, solo salio.

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El día estaba gris.

Gris en el sentido de que las nubes amenazaban con soltar gotas de agua, y, quizás, algún trueno.

Gris en el sentido de que se sentía triste.

Gris en el sentido de deprimente.

Gris en el sentido de que.... Bueno, solo gris. 

Ni blanco, ni negro; solo gris.

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¿Por que cuando todo parecía ir bien,   todo cambiaba  para mal? 

¿Por que se sentía tan abrumado?

¿Por que le afectaba que no lo trataran como el centro de atención?

¿Por que se sentía derrepente.... Solo?

Y mas importante.

¿Por que se preguntaba tantas cosas cuando el ya sabia la respuesta?

El ya estaba solo.

Solo lo abruma no recibir atención, porque aquellos mimos lo hicieron olvidarse de lo que realmente vivía.

Estuvo solo una vez que se fue de Inglaterra, estuvo solo cuando dejo de casa de los Beilschmidt, estuvo solo cuando estuvo estudiando, estuvo solo cuando inicio atrabajar, estuvo solo en ese gran apartamento que tenia, estuvo solo desde hace ya mucho tiempo.

Pero con su hermano mayor tratándolo como un hermanito, dándole atención y haciéndolo reír, ya no se sentía tan solo. ¿Y que decir del americano? Solo vasto un encuentro con el, para que sus días cambiaran de monotomos a divertidos.

Pero ahora, se sentía nuevamente abrazado con la soledad.

En el pasado la hubiera abrazado de vuelta, pero ahora, conociendo lo que era estar bien acompañado, ya no se sentía con la facultad de corresponderle.

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Se sentía extraño.

Después de aquel sueño que tuvo con el ingles, al no encontrar una buena explicación con su amigo Mathias,  acudió al psicólogo de la familia, Matthew.

De Libros y Camaras. Hetalia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora