Narra Edith
Tome el ultimo de los diamantes que se encontraban como exposición en un museo, tome la bolsa de dinero que traía, corrí por unos pasillos evitando ver al guardia de seguridad nocturna del museo, pero desafortunadamente me lo tope.
Me miro con miedo.
Saque poco a poco un arma de fuego que tenia en mi bolsillo.
Me disparo pero como pude lo esquive, rápidamente antes de que se diera cuenta le dispare el la pierna derecha, eso ocasiono que callera y que soltara el arma, fui hacia donde estaba tirado y patee el arma lejos de el.—¡ERES LA VERGUANZA DE GOTHAM! ¡COMO ES QUE LLEGAMOS A CREER EN ALGUIEN COMO TU!-Dijo gritándome.
Me agache y reí amargamente.
Notaba su terror en sus ojos.
Tome su rostro bruscamente para hacer que me mirara a los ojos.
—El monstro más fuerte nace de la persona más débil, el demonio mas cruel nace del ángel más bondadoso...—Dije con algo de arrogancia —Y por cierto, Gracias por las joyas—Agregue en forma sarcástica
Aventé con fuerza su rostro antes de levantarme nuevamente.
Camine hacia la salida del museo, dispare unas cuantas veces para romper el vidrio de la puerta de cristal.
Salí y aun no llegaba la policía, me dirigí a mi moto para dar un gran paseo por las calles nocturnas de Gotham con tranquilidad.
A mis espaldas podía escuchar las sirenas de las patrullas de policía, arranque mas rápido, hasta que alguien se interpuso en mi camino.
El gran caballero de la noche, Batman.
Derrape, no quería arrollarlo o algo así, quiero saber a quien carajo le tenían tanta esperanza las personas de Gotham.
—Al fin llegas pensé que no vendrías -Dije Irónica.
Las patrullas se pararon a mi espalda ver a Batman por delante, note de reojo que alguien estaba viendo el espectaculo por la ventana de un edificio, al parecer eran departamentos.
Baje de mi moto y quite mi casco, me empezaron a apuntar con sus armas.
Batman empezó a acercarme a mi, saque dos bombas de gas para después activarlas y arrojarla al justiciero y a la policía.
Empecé a escuchar que tosían, saque una cuerda con un gancho, lo arroje hacia la punta del edificio para trepar antes de que las bombas perdieran su efecto.
Arroje la bolsa con lo del robo para poder romper el vidrio de la ventana donde estaba la persona observando.
Entre por la ventana al cuarto de ese edificio, estaba todo en completa oscuridad, no sabia donde había caído mi maleta.
La busque por donde era visible ver, de pronto alguien me tomo por la espalda y coloco una navaja en mi cuello, yo reí.
—¿Que traes en esa maleta? ¿Quién eres?—Pregunto la voz de um hombre
Mis fozas notaron un fuerte olor a licor, intente girar para mirarlo, pero no me dejo.
Su voz se me era conocida.
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Un montón de cicatrices •Joker•
FanfictionLa mitad de la población de esta ciudad cree en los "milagros" y "esperanzas" ¿y Nosotros? Solo somos un montón de Cicatrices que se niegan a curarse.