Dice la leyenda: Una niña estaba en la escuela y pidió permiso a la profesora para ir al cuarto de baño.
Una vez allí, escuchó una tenebrosa voz: ¿Nos ponemos el chaleco rojo? La niña salió de allí aterrorizada, entró en clase con los pantalones todavía por debajo de las rodillas y contó lo que le había pasado.
La profesora sorprendida por la expresión de terror de la niña llamó a la policía. Unos minutos más tarde apareció por la escuela una pareja de agentes.
Como se trataba del baño de las niñas, la mujer entró y su compañero esperó fuera.
Una vez dentro, la mujer, escuchó la misma voz con las mismas palabras: ¿Nos ponemos el chaleco rojo? Claro que sí, póntelo, contestó la mujer policía. De repente se oyó un grito y un golpe seco.
El agente que esperaba tras la puerta abrió rápidamente y se encontró a la mujer tumbada, sin cabeza, y el río de sangre formaba un chaleco rojo en su cuerpo.
Versiones y adiciones: La leyenda del manto rojo tiene diferentes versiones, todas con finales trágicos, por supuesto.
Este Youkai cabroncete, comparte una de las máximas que nos encontramos en las leyendas sobrenaturales de todo el mundo: siempre hay que ignorarlos ( véase la Santa Compaña).
En una de las versiones, el amigo, a lo Morfeo, te pregunta si quieres papel higiénico rojo o azul
Si respondes "rojo" te arranca la piel de la espalda y te dice "ahí lo tienes, no me des las gracias", si le respondes "azul", te exprime la sangre poco a poco hasta que se te quede un bonito color azul en la piel, muy chic.
De nada. Seguro que estarás pensando – pues le digo que lo quiero "verde" o "amarillo" y le dejo con la cara torcida.
Pues mala opción, porque si le dices "verde" saldrá una mano podrida del retrete que te intentará arrastrar al infierno y si dices "amarillo" será algo parecido pero que encima te hará oler pis y al final será casi peor que morir.
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leyendas urbanas
RandomDe pequeños escuchamos varias historias de miedo que nos aterrorizaron e hicieron que saliéramos corriendo al cuarto de mamá, porque ni por error íbamos a dormir esa noche solos Y así como estas historias, hay muchas mas alrededor del mundo. espero...