LA CHICA DE LA VENTANA

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4 de Noviembre de 2016

Sabía que estaban allí. Aún así, apagué la luz para que no me vieran desde fuera y me asomé por la ventana. Efectivamente, seguían allí los cuatro sentados en el portal de enfrente, vigilándome. Ya no sabía como reaccionar, porque a pesar de que deseaba con todas mis fuerzas salir de casa, ellos me seguirían y estaban a la espera de que me quedara sola. Ya no tenía a Merry para protegerme. Sabiendo lo que podía esperarme, me aparté de la ventana y rebusqué entre los trastos de mi armario hasta que di con la mochila que había estado usando desde el instituto y metí en ella aquellas prendas de ropa que aún podían estar servibles. Me cargué la mochila al hombro y salí de casa con cuidado para que mis padres no se despertaran. No quería hacerles esto y escaparme, pero ahora ellos también estaban en peligro. Me puse la capucha de la chaqueta negra que llevaba puesta y salí del portal mirando al suelo, esperando que no me vieran. Crucé varias calles y cuando ya estaba a unas cuantas manzanas de casa, suspiré al saber que ya estaba a salvo. Entonces, detrás mío alguien comenzó a hablar, dirigiéndose a mí. Mis piernas comenzaron a flaquear y un leve mareo acompañado de una idea horrible invadió mi mente. "Voy a morir".
-¿Creías que ibas a escapar de nosotros?- dijo aquella voz que conocía bien. - Ay pequeña, ahora sí que estás sola.
No me dio tiempo a reaccionar. Sin saber lo que estaba pasando, mi cabeza comenzó a dar vueltas y sólo noté un fuerte golpe. El líquido que resbalaba por mi frente sólo podía ser una cosa: sangre. Después, me invadió una oscuridad abrumadora.

Merry MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora