Seguro oculta algo debajo de toda esa amabilidad

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Unas cuantas semanas después.

-Maddison.

Voltée a ver, era mi maestra, yo ya estaba saliendo de su clase, pero no me importaría quedarme un poco más de tiempo con ella.

-¿Si?- Pregunté mientras me acercaba a su escritorio
-Te veo muy distraída en mi clase, por lo que se no eres así en las otras, ¿Qué pasa?
-Es que no se me da la matemática.- No iba a decirle que me pasaba la clase admirando su belleza.
-¿Segura? A mí me parece que pasa algo con tus compañeros, y que utilizas mi clase para desconectarte. ¿Es eso?

No supe qué decir, era exactamente eso ¿Cómo lo supo?¿Tan obvia era? Me quedé mirando fijamente a sus ojos pensando en una respuesta.

-Bueno, sea como sea puedes contármelo, a mí o a tu profesora principal.- No quisiera que esto afectara tus estudios. Dijo con una sonrisa. Yo asentí y me fui.

No puedo decírselo a ella, ni a mi profesora principal, si mis compañeros se lo dicen será mi fin, si mis padres se enteran me sacarán de la casa.

-Maddie.- Oí detrás de mí.
-Hey Ángela, ¿Qué pasa?
-¿De qué te quería hablarte miss Simpatía?
-Solo de mis notas, ya sabes, lo de siempre. ¿Miss Simpatía?- Pregunté confundida, ¿quién le había puesto ese apodo y por qué?
-Si fue idea de Agustina. Ahora todos le dicen así.
(Agustina es una chica de mi grado)
-¿Pero por qué?
-Por qué es muy buena y todo, pero es más que seguro que oculta algo debajo toda esa amabilidad. 

Cerré mi casillero y empecé a caminar hacia la cafetería. No podía dejar de pensar en lo que Ángela me había dicho. ¿Qué podría ocultar?

El colegio acabó, Phillip me llevó a casa, como lo ha estado haciendo desde el primer día. Vi un un Honda blanco en la entrada de casa, había llegado Paulina, la novia de mi hermano. Es mi persona favorita en el mundo, ahora la segunda. Entré a casa y dejé mis cosas en la sala, en el comedor estaban Lucas y Alissa.

-¿Dónde está Pau?- Pregunté, ya hace un mes más o menos que no la veo.
-En el jardín con Marcos.- Dijo Alissa viendo la pantalla de su teléfono. Agarré una fruta y me dirigí al jardín.

-¡Hola!
-¡Hola Maddie!¿Cómo estás?- Me preguntó ella.
-Bien gracias ¿y tú?
-Bien oye y...
Mi hermano la interrumpió
-Hoy vienen a cenar los socios de mamá, tienes que verte bien.
-Dejé mis cosas en tu habitación, espero no te moleste.- Dijo Paulina sonriendo.
-Para nada.- Le respondí también con una sonrisa y me fui. A lo lejos pude oír a mi hermano.

"¿En su habitación?¿Nunca se te ocurrió la habitación de tu novio?"

Ya no oí más. Subí a mi habitación, hice tareas y me metí a bañar. Cuando salí estaba entrando Paulina.

-Voy a tomarme un baño.- Dijo
-Ok.- Le respondí sonriendo.

Ella se duchaba mientras yo me secaba el cabello. Me acosté al terminar ella se secó el cabello. Estábamos en ropa interior las dos. Éramos como hermanas, pero mejor, la hermana que nunca tuve. Nos empezamos a maquillar.

-¿Qué tal el colegio?- Me preguntó, ella era la única que sabia mi secreto.
-Mejor de lo que imaginaba.
-¿Y a qué se debe eso?
-No sé.- Si sabía, pero no quería admitirlo.
-No estarás enamorada.- Me dijo sonriendo.
Me quedé callada.
-¡No puede ser!¡Si es eso!
Le sonreí.
-¿Quién?
-No quieres saber
-¡Dime!
-Una nueva maestra. Su nombre es Laura, Laura Monet.
-Wow, eso sí es impresionante.
-Pero no le digas a nadie, ni a mi hermano.
-Claro que no.- Dijo ella.

Ella vistió un impresionante vestido, era negro, pasaba a azul y terminaba en blanco. Era un degradé bellísimo. Tenía un escote en corazón. Se puso un collar de diamantes. Unos aretes que le hacían juego. Sus zapatos no se veían por qué el vestido le quedaba largo. Y se recogió el pelo, se veía increíble.

Yo me puse un vestido azul de tirantes. Con escote en V, dejaba ver un poco mis pechos y tenía la espalda descubierta, solo tenía unos tirantes. Igual era tan largo que no se veían mis zapatos. Me dejé el cabello suelto y unos pendientes de perla.

Paulina y yo bajamos, estaba mi hermana lista. Usando un vestido entre rojo y morado, también con escote en V, tenía unos tirantes gruesos y una especie de flores a un costado, el vestido era pegado, al final se separaba. Le queda súper lindo. Mis hermanos tenían trajes. Mi padre no estaba. Luego bajó mi madre. Vestía un vestido rojo, dejaba ver todo su pecho hasta más arriba del ombligo, pero no se veían sus senos. Y estaba abierto desde más arriba de la rodia hasta el final. Ella tenía unos tacones rojos. Mi madre es muy sexy, tiene 40 y parece de 30.

Los meseros que mi madre contrato estaban poniendo la mesa. Yo estaba en la sala leyendo. El timbre sonó, yo abrí la puerta. Era ella. Era Laura. Venía con Jared, uno de los socios de mi madre.

Tenía un vestido largo, todo pegado desde el inicio hasta el final, era azul blanco y amarillo, con formas. Le tapaba todo el cuello, el pecho y los senos pero destapaba todos su hombros, la parte de arriba de sus senos y estaba descubierto debajo. Dejando ver toda su cintura. Tenía ese hermoso pelo castaño agarrado al estilo Audrey Hepburn. Unos pequeños aretes de oro. Y un anillo en el dedo medio.

-¿Maddie?- Dijo sorprendida.
-Pasen.- Dije sin verlos.
-¿Se conocen?- Preguntó Jared, el es como mi tío, lo conozco desde que nací.
-Es mi alumna.- Dijo rodeándome con su brazo.

Oh dios, me estaba rodeando con su brazo. Esa sensación. Estaba flotando en las nubes.

-¿Maestra de qué?- Preguntó mi madre siguiendo la conversación.
-Matemáticas.
-No la juzgues por tu clase entonces, te lo pido.- Dijo mi mamá en tono de broma pero mandándome una indirecta. Llegaron los otros.

-Hola, me llamo Paulina.
-Laura, mucho gusto.

Paulina volteo a verme muy discreta, y yo asentí. Los demás se saludaron. Llegaron los otros socios de mi madre y comimos. Laura y yo estábamos sentadas en frente. Ella me veía y me sonreía.

Los socios fueron al jardín a platicar de negocios y yo me fui a la sala, a seguir leyendo.

-¿Qué lees?- Oí, era la voz delicada, dulce, femenina de Laura.
-El castillo de cenicienta.
-¿De qué trata?- Dijo sentándose a mi lado.
-De una chica de diecisiete años quien de chiquita perdió a su madre y su padre la obligó a trabajar en casa y la maltrataba, ahora está en coma. Y estos... -Dije mostrando el libro- ... Son sus sueños.
-Genial.
-¿Lees?
-Claro que leo, me encanta leer.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Dime
-¿Por qué maestra de matemática?
Ella rió.
-No lo sé. La parte de maestra fue para conocer chicos como tú, y la matemática siempre se me dio bien.
-Pero tú puedes ser lo que sea. Modelo, cantante, actriz, bailarina...
Me interrumpió
-¿Por qué querría ser todo eso?
-¿Por qué no?
-Eso es muy superficial, ¿no?
-No, no lo es. -Dije seria-. Yo soy bailarina, de ballet y no es superficial. Mi madre canta opera y no es superficial, mi hermana es modelo, y... Bueno, ella sí.
-Perdona, no me refería a eso...

Pasamos el resto de la noche hablando, ella era tan interesante. Al final se fueron y yo fui a mi habitación a dormir.

Nota de la autora:
Espero que les esté gustando, pronto llegará todo lo que quieren ver. Ya saben, dejen sus comentarios o mándenme un mensaje. Quiero saber sus opiniones, correcciones, preguntas, todo lo que tengan por decirme.

¿Cuándo aprenderé?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora