1.Juntos

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No podía creer que estaba en sus brazos colgada como Koala como muchas veces le dije al imaginar este momento. Podía sentir sus brazos en mis caderas sosteniendome y aprentandome más. Piel contra piel. No sé si él podía escuchar mi corazón bombear,pero si lo hacía, yo creo que ya se hacia una idea de los efectos que tenía en mí.
Enterre mi cabeza en su cuello y aspire su aroma. Olía tan bien su loción de hombre. Sé que empecé como una "acosadora" pero tampoco llego a psicópata o algo por el estilo. ¡Oh,vamos! No me digan que las que tienen o no tienen pareja, novio,amante u lo que sea,jamás los hayan olido...bueno su loción,perfume, del chico que amen o que gusten de él. ¡No soy una loca!,bueno....No soy tan normal. Pero ese no es el punto. El punto es qué Matthew huele realmente bien y ahora su olor es adictivo. No tanto como esa tentación de tener frente a mí esos labios completamente apetecibles. Tan rellenos,tan rojizos,en serio te dan ganas de morderlos,como si fueran dos malvabiscos....mmmmm...

Sus labios rozan el lóbulo de mi oreja y siento una descarga en todo mi cuerpo. El monstruo dentro de mi panza hace acto de presencia. Y me susurra al oído sintiendo que moriré en cualquier momento en éste aeropuerto por su culpa, con esa voz ronca y con ese acento tan jodidamente sensual. Él lo sabé y aun así quiere verme sufrir.

-No sabes cuanto deseaba sentirte.

Muerde delicadamente el lóbulo de mi oreja haciendo nuevamente estremecerme en sus brazos. Si no fuera porqué estoy como Koala aferrada a él, sé que en este momento mis piernas serían gelatina y mi amigo el suelo me recibiría nuevamente gustoso.

Y como se lo he dicho, ahora en vivo y en directo,ve mi transformación en tomate haciendo que una sonrisa pícara aparezca en su bello rostro.
Se aprovecha de que ando en las nubes.

¡Brujo, Español!

Se que sonará caníbal, pero sí, le di un leve mordisco en su hombro. Haciendo que esa sonrisita-déjenme decirles que demasiado sexy para mis hormonas de adolescente-desaparezca y murmuró un "Oye" como reclamandome. Él me provocó.

-Se siente taaaan bien,poder defenderme de tus brujerías españoladas que provocas en mí

-Soy irresistible,es diferente.


-¿Quieres otro mordisco?

-Si me lo das en los labios, sí.-Y nuevamente mis mejillas son dos gigantes esferas rojas de Navidad. Tenía que nacer cachetona.

Y después de minutos, me percato de que hay personas a nuestro alrededor observandonos curiosos y otros sonriendo. ¿Qué tanto les da risa?

-¿Me podrías bajar?.-Y sip,no sé cómo es qué no se le han cansando los brazos con semejante peso sobre ellos. Tampoco es que sea una ballena bebé, pero tampoco soy una hormiga. Vaya comparaciones las mías, no?.


-Pero,así estamos bien.




-La gente nos ve.





-¿Y?,son metiches. Ignoralos. Yo estoy felíz de tenerte por fin en mis brazos. Mi mexicana favorita, a la única que Amo.-Y me da un beso demasiado cerca de mis labios.


¿Por qué es tan adorable y cursi?
No me quejo. Simplemente opino, qué algún día, por culpa suya mis mejillas explotarán por exceso de sangre acumulada en ellas por él.

-Vamos,¿no pensarás que nos quedemos aquí todo el día o sí?





-Valeeee.-Se rinde a regañadientes como niño pequeño. Le doi un pequeño beso en su mejilla haciendo que su barba me haga cosquillas.

Antes de tomar mis maletas -que las deje a lado de nosotros- siento sus manos en mi cintura atrayendome a él.

-Ya quiero ir a casa para dormir juntos.-Y ahí está su lado pervertido. Cualquiera diría "¿Pero eso qué tiene de pervertido?" Pues conozcan más al español de Matthew y se darán cuenta.

Luego lo hace adrede echandome la culpa de qué yo soy la que todo el tiempo le doi el doble sentido. ¡Pero, es que ustedes deberían oír como lo dice! Y aunque muy,muuuy en el fondo y jamás de los jamases se lo confesare,me gusta que sea así.

-No seas mal pensada. Sólo dormiremos.-Ajá, claro. Ni él se lo cree. Esa sonrisita pícara deja mucho que decir. Y ese brillo en su mirada y no olvidemos ese tonito de voz que lo delata.
¡Ay,por favor! ¡Es él, no yo!

Toma mis maletas y escucho su carcajada-Este hombre hasta cuando ríe es sexy- lo ignoro y me adelanto unos pasos con mi bolso colgando de mi hombro.

-¿Recuerdas qué querías probar mis labios?.-miro sobre mi hombro y lo veo asentir. Sonrio angelicalmente-esas típicas sonrisas de dientes completos y mirada del gato con botas-.-Pues te dejaré en abstinencia si sigues molestandome.




-¿Yo qué hice?.-reclama y me toma de la mano entrelazando nuestros dedos.

Se siente bien ir tomada de su mano. Cálida. Reprimo la sonrisa que quiere salir.

-Tú siempre serás el pervertido de esta relación.-Nos señalo a ambos con mi mano libre.


-Tú también tienes lo tuyo,Tomatito.-Se acerca a mí haciendo que nos detengamos fuera del aeropuerto. Me mira a los ojos y por unos segundos su mirada se enfoca en mis labios.

¡Lo va a hacer!

Lentamente cierro los ojos esperando el bendito contacto de sus labios contra los míos. Pero lo único que pasa, es un beso en la punta de mi nariz. Abro los ojos rápidamente y lo veo sonreír.

-¿Acaso esperabas otra cosa?.-Pregunta burlón.-¿No era qué me dejarías en abstinencia?



-Y eso haré.-Me acerco a él y rozo mis labios por la comisura de sus labios. Sonrío triunfal al ver como no aparta su mirada de mis labios y traga saliva. No sé como no estoy roja ya. Ni siquiera sé de donde saque esta actitud tan provocativa. Efectos de tener un guapo español frente a mí y tentandome. Me alejo rápidamente y sonrio inocentemente.-Vamos.-jalo de su brazo para seguir caminado y llegar a su casa. Estoy agotada.

Pero con Matthew junto a mí dudo mucho que pueda dormir.

Quisiera Besarte © [#2] ||Pausada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora