Capítulo 16

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N/A: Hoy un poco más tarde pero aquí os dejo el capítulo de la mañana. Espero que lo disfrutéis. Gracias por estar ahí.

Los personajes no me pertenecen…

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POV RICK

Era la primera noche que conseguía dormir casi de un tirón en este maldito e incómodo sofá. Creo que el sillón del lado de la cama, el que usaba cada noche para cerciorarme que Kate estaba bien era incluso más cómodo que esto. Sentí que me dolía todo el cuerpo cuando conseguí ponerme de pie. Me levante con la intención de hacerle el desayuno a Kate, sería una buena manera de empezar el día. Ella pensaba que yo dormía arriba, en la habitación de Alexis, pero no había sido capaz de irme tan lejos de ella y del bebe. Además, si me llamaba, no la escucharía.

Cuando me dirigí hacia la cocina me di cuenta de que ya llegaba tarde. La cafetera estaba puesta y sobre el fregadero se encontraba una solitaria taza. Kate ya estaba despierta.

Me dirigí hacia su habitación, nuestra habitación y golpeé despacio mientras la llamaba. Nadie respondió y puse el oído para ver si escuchaba el agua en el baño pero no conseguí escuchar nada. Abrí la puerta despacio pero allí no había nadie.

Empecé a preocuparme, Kate había salido. El médico dijo que podía seguir con su vida pero que tenía que tomárselo con calma y no sé si esto era tomárselo con calma. No podía parar quieto, quería llamarla saber que estaba bien pero antes de hacerlo Kate entró por la puerta con una sonrisa en la cara.

- ¿Dónde has estado? - dije de repente fruto de la preocupación que tenía de no saber de ella.

- Solo dando una vuelta.

- Kate dijo que tenías que tomártelo con calma y coges de primera y te vas y yo…

- Rick para - dijo enfadada - la condición para quedarme era que tuviera mi libertad. Si no lo aceptas será mejor que me vaya.

- Kate espera - dije agarrándola con cuidado del brazo - lo siento. Solo… que cuando no te he visto me he preocupado. Estaba asustado, vale. Quizás he exagerado un poco. Discúlpame.

- Rick tienes que empezar a confiar un poco en mí. No voy a poner a nuestro hijo en peligro.

- Tienes razón, lo siento. Pero, en cuanto a las personas que quiero se refiere, soy un poco paranoico.

- Tienes razones para pensar en que pudiera hacer una locura, pero no ahora. No, cuando la vida de nuestro hijo depende mucho de lo que haga. Solo he dado una pequeña vuelta por la manzana.

- Lo siento - dije de nuevo - solo… ¿puedes avisar la próxima vez?

- No quería despertarte.

- Prefiero que lo hagas, de verdad.

- Bien. Ahora voy a cambiarme, voy a salir con Lanie a comer.

- ¡Oh! Pensé… - pero debía callar, eso no estaba bien, ella era libre y yo no disponía de ella, ni de su voluntad. Debía dejarla volar, sino quería perderla, a ella y a mi hijo.

- ¿Estas bien?

- Si, solo pensaba que íbamos a quedarnos en casa… pero tú tranquila, sal.

- Podemos hacer lo que quieras luego. Pero tengo ganas de hablar un rato con Lanie.

- Vale, yo haré cualquier cosa. No te preocupes por mí estaré bien.

- Podrías aprovechar para escribir algo.

- Si… podría - dije con una fingida sonrisa mientras ella volvía a desaparecer de mi vista.

Necesitaba estar con ella, saber qué estaba haciendo. Pero también tenía que dejarla libre, si quería pasar el resto del embarazo cerca de ella, debía dejarla en paz, no podía acapararla, no era justo, ni para ella, ni para mí. Ella tenía razón, tenía que hacer algo.

Mucho más que algo en comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora