Capítulo 19

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N/A: Buenos días, os dejo con un nuevo capítulo, espero que os guste.

Los personajes no me pertenecen…

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POV KATE

Me desperté y me estiré en la cama hasta que sentí su olor, comprendí que había dormido a mi lado y le abrace fuertemente. Con los ojos cerrados disfruté de su cercanía, de tenerlo a mi lado, de lo cómodo que era sentirse así entre sus brazos, hasta que abrí los ojos y recordé que esto no era algo normal, al menos ya no lo era. Estaba cansada de sentirme así cada vez que despertaba, asustada, teniendo que recordarme que ya nada era como antes y me dolía. Eso conseguía amargarme el día, enfadarme incluso conmigo misma.

Lo contemple dormir, como cuando estábamos juntos, era todo un placer para mí y sonreí al recordar lo mal que me sentaba que se quedara mirándome mientras trabajaba. Ahora no podía dejar de hacerlo yo. Ahí, dormido encima de las sábanas, mirando hacia mí. Seguramente ayer, tras leer, se quedaría dormido mientras me miraba, y debería estar enfadada pero no lo estaba, al menos no con él.

Toque mi barriga recordando como ayer mi pequeño se movió por primera vez, tras sentir la música que su padre le había puesto y comprendí desde ese instante, que esa criatura iba a adorar a su padre, porque quien no podría adorar a este gran hombre.

Tenía unas enormes ganas de ir al baño y aunque quería quedarme más tiempo en esta posición mi cuerpo no me lo permitía. Me levanté y tras hacer mis necesidades empecé a acicalarme un poco. No tenía pensado salir, ni nada por el estilo, pero ese día me sentía bien y quería verme bonita, pero por desgracia hoy parecía que el color había huido de mi cara.

Me lavé y me pinté un poquito, tras arreglarme el pelo salí hacia la habitación donde hacia solo unos minutos estaba Rick tumbado a mi lado, pero por lo visto tardé más de lo esperado porque ya no estaba. Salí fuera y lo encontré preparando el desayuno, uno de esos con todo que a él le encantaban.

- Buenos días - dijo con esa sonrisa suya y sentí que me derretía como un helado en verano.

- Buenos días - respondí sonrojada, entonces recordé mi palidez y pensé que acababa de solucionarlo.

- Estoy preparando el desayuno.

- Ya veo.

- ¿Sabes? He pensado en que hoy podemos hacer una comida todos juntos.

- ¿Todos juntos?

- Sí, mi madre, Alexis, tu padre, Lanie, los chicos… ya sabes, todos los que nos importan.

- Me parece bien - dije sonriéndole.

- Entonces prepararé todo y llamaré a todos, mientras tanto tú desayuna fuerte por los dos –dijo mientras se acercaba y colocaba su mano sobre mi barriga acariciando a nuestro bebe, se agacho, la beso y luego hizo lo mismo con mi mejilla, donde también dejo un simple beso. Esos hechos eran los que me descolocaban de él, era tan tierno.

¿Qué digo? ¿Un simple beso? Sus besos no eran simples, eran únicos, cada uno de ellos incluso un simple beso en la mejilla hacia que aflorara mi sonrisa. Y sabía que lo quería y que tenía que decírselo, lo sabía, pero ese no era un buen momento, así que pensé esperar un poco más. Quizá esa noche, si, después del intenso día, esta noche le diría que le quería y que no quería perderlo.

La comida fue perfecta, como cada cosa que hacía Rick, pero era un increíble cocinero, eso estaba claro. Después de la magnífica comida, vi alrededor a todas las personas que queríamos, que formaban parte de nuestra vida y eso hizo que me sintiera feliz, muy feliz. Pensé en nuestro pequeño, en lo que le esperaba cuando naciera, cuando llegara a este mundo. No sabía lo que se iba a encontrar, y eso me inspiraba miedo, pero de algo que no tenía miedo era de la gente que le iba a rodear, toda la gente que lo iba a querer, iba a ser el niño mimado de todos nosotros.

Mucho más que algo en comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora