Capítulo 18

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POV KATE

Me desperté con un hambre atroz. No podía aguantar más. Había dormido bastante bien pero apenas eran las siete y ya estaba de pie. Recordé el día de ayer y me dieron ganas de quedarme tumbada en la cama y no levantarme, pero el sonido de mi estómago me obligo a lo contrario.

Ir al baño fue lo primero. Era una de la consecuencia del embarazo, iba al aseo más seguido. Luego a la cocina. De camino, pase por el comedor donde estaba Rick dormido. Me hizo sonreír el verlo de ese modo, espatarrado, con el pelo alborotado y la boca un poco abierta, supuse que era síntoma de que esa noche había roncado.

Parecía mentira como la mente guardaba cosas tan curiosas, porque solo cerrar los ojos venía a mi memoria la primera vez que lo vi así, y una mueca divertida se dibujaba en mi rostro. No pude evitarlo y le acaricie con cuidado el pelo para no despertarlo, mientras lo veía dormir plácidamente.

Con un gran esfuerzo conseguí moverme de su lado para ir hacia mi destino, la cocina. Mientras el café se preparaba, empecé pelando fruta y sacando cosas del frigorífico, zumo, leche y vi la mermelada, lo que avivo mi apetito y decidí prepararme también un par de tostadas porque estaba hambrienta.

Estaba tan concentrada en hacerme el desayuno, que cuando me gire y vi a Meredith detrás de mí, no pude evitar sobresaltarme. Casi olvidaba lo de anoche. Ella me sonrió y se acercó al café recién hecho con intención de robo, cosa que me molesto claramente.

- Buenos días inspectora.

- Ya soy capitana - dije con cara de pocos amigos.

- ¡Ah! Pues eso. ¿La futura mama se despertó con las tripas rugiendo? – Dijo entre risas exageradas, esa mujer parecía que no podía dejar de actuar, hasta recién levantada debía ser grandilocuente – Recuerdo cuando estaba embarazada de Alexis, no paraba de comer a todas horas.

- Imagino - dije casi sin ánimo, solo quería comerme mis tostadas tranquilamente y desaparecer.

- Vas a necesitar ayuda querida, a mi Alexis, de pequeña, a veces, me sacaba de quicio – y volvió a reír exageradamente – aunque claro, ahora también – aclaro - Menos mal que has elegido un buen padre, para mi Richard fue indispensable.

- Sí, Rick será un buen padre, pero yo pienso ocuparme de mi hijo – le aclare enojada, pero cuando levante la mirada, vi que había hecho un daño innecesariamente - lo siento no quería decir que…

- No déjalo, quizás tengas razón. Solo hablaba de Rick como padre… no quería insinuar nada. No me quiero meter en vuestras cosas, pero ese hombre es un cielo y se portó de forma increíble conmigo. Imagino que contigo será aún mejor - la miré con cara de extrañeza - lo digo porque de ti además está enamorado – y sentí como mi cara se teñía de un rojo intenso.

- Meredith, veras, yo…

- Sé que no estáis juntos, me lo contó ayer cuando llegue, se le notaba mal y se lo sonsaque fácilmente – dijo dando sorbos a la taza de café que se había servido después de que yo le lanzara una mirada asesina cuando quiso coger la mía – Yo, la verdad, es que no lo entiendo, pero no me meto, pero la que se quede con Rick conseguirá llevarse un buen premio ¿no crees? - dijo picándome y lo consiguió - yo si estuviera en tu situación no lo dejaría escapar, pero eso sería si estuviera en tu pellejo.

Hizo una pausa dramática, de esas que solía usar mientras parecía que se escribía su propio guion de la vida. Cualquiera diría que estaba escribiendo un discurso, mientras sorbía ruidosamente el café y miraba fijamente a la lejanía. En el último sorbo, pensó que ya tenía suficiente y acabo soltando todo lo que ese café le había inspirado.

Mucho más que algo en comúnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora