Capitulo IV.. Las reinas opuestas

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La actual reina, Sinuhe Cabello, se abrió camino rápidamente a través de las mazmorras, tal como era su costumbre semanalmente, para visitar la celda de su ex-madrastra, la reina caída, Lauren. Realmente sus visitas eran más una manera de tranquilizarse a si misma, viendo que la bruja seguía bien encerrada dentro de su prisión mágica, incapaz de causar más estragos en el reino, y, más concretamente, a la actual reina. A pesar de que la celda había retenido exitosamente a su nemesis durante un total de siete años, Sinu aún sentía la necesidad de tranquilizarse a si misma semanalmente, asegurándose de que nada había cambiado, ya que conocía mejor que nadie a la mujer. Su madrastra era astuta e ingeniosa, y más poderosa que cualquier otro contra el que se hubiera enfrentado jamas, con la excepción, quizás, de Rumplestilstkin, el bromista. Por lo tanto, no seria tan tonta como para confiar ciegamente en su captura y encarcelamiento, sabiendo que era muy posible que la bruja, de algún modo pudiera encontrar una manera de escapar, independientemente de la frecuencia con la que Cabello le había asegurado que estaba siendo demasiado cautelosa y profundamente paranoica.

Sinu mantuvo la capucha de su manto blanco colocada firmemente alrededor de su rostro, ocultándola de las miradas evidentes de los prisioneros que dejaba atrás en su viaje a la cámara mas alejadas de todas. Ella recorrió rápidamente la ultima curva hacia la celda de Lauren, deteniéndose solo a unos pasos de los barrotes irregulares de la celda.  Lauren se encontraba en las sombras, como de costumbre, aunque Sinu sabia que la reina caída la observaba atentamente.

"Pero si es la más bella de todas, viniendo hacer una visita a la Reina Malvada," Lauren arrastro las palabras con sequedad desde el rincón oscuro de su celda. Sinu bajó la capucha, con la mirada puesta en Lauren incluso a través de las sombras.

"Lauren," le reconoció Sinu, asintiendo secamente mientras lo hacia.

"¿A que debo este inmenso descontento, Sinu?" escupió la reina caída a la mujer de pelo castaño cuya vida había salvado una vez. Si solo se pudiera cambiar el pasado reflexionó Lauren. "Como puedes ver, estoy como estaba antes, todavía soy una muy cautiva bruja."

"Te mereces estar aquí," respondió Sinu,  su tono era autoritario, pero con un deje de tristeza. Lauren estaba cansada de escuchar ese tono molestos de piedad, que a menudo contaminaba la voz de su nemesis. Compasión, eso era algo que Lauren aborrecía absolutamente, sobre todo si venía de aquellos que una vez metieron sus manos en los acontecimientos que la llevaron a su pena aval, dijo, para empezar.

"Oh no, ahorrate tu inspiradora y profunda charla sobre las muchas formas en las que el "bien" siempre prevalece, querida. Prefiero que me alimente con una de mis propias manzanas y soportarla maldición del sueño. Por otra parte, tales tonterías son igual de capaces de inducir el sueño, estoy segura," zumbo Lauren desde su rincón. Las frecuentes visitas de Sinu Cabello, junto con sus aun más frecuentes cuentos sobre el poder mágico del amor verdadero, era un castigo mucho peor que su prisión eterna. Que cruel destino había sido su condena con ambos.

"Además," continuó la reina caída, "¿No deberías estar afuera con tu querido Alejandro, encontrándose entre si o lo que sea que hagan? Honestamente, ¿Cuan frecuentemente dos personas necesitan encontrarse entre si?"

Sinu se burló de la actitud de Lauren. Ella comenzaba a temer de que la mujer no cambiaría nunca, su esperanza moría lentamente en su pecho. Después de las muchas posibilidades de redención que le había proporcionado a su madrastra, la bruja seguía permaneciendo terca y alimentada solo por su necesidad de venganza, de poder, y la destrucción absoluta.

"Nunca aprenderás, Lauren," dijo Sinu suavemente, deslizando su capucha encima de su brillante cabello marrón y volviendo a salir. La reina malvada se había convertido en una causa perdida, manchada por su propia amargura.

"El aprendizaje es para los niños" le respondió Lauren, y fue entonces cuando una idea golpeo su cerebro, sus labios arqueando hacia arriba en una sonrisa malvada. "Hablando de eso, Sinu, ¿cómo esta tú paquete de alegría favorito? Camila ¿verdad?"

Sinu detuvo sus pasos, su cuerpo visiblemente rígido ante la mención de su hija por la mujer que, una vez, había intentado capturarla cuando ella sólo tenía unas horas fuera del útero. Lauren casi rió de alegría por tener el efecto deseado sobre su captora. Esto iba hacer divertido.

"Me imaginó que se parece mucho a su madre, ¿no? La perfecta princesita, los mismos ojos marrones y brillantes, y la misma terca barbilla, hundida, muy probablemente acunada por los abundantes y enfermizamente dulces y pesados cabellos de princesa. Dime, querida, ¿es una Sinu Cabello miniatura?" Lauren apenas podía contener la risa ante el choque de dolor y terror que salpicaban las características de Sinu y el audible respiro ahogado en su garganta. Esto era demasiado fácil.

Sinu entro en pánico internamente al escuchar las palabras de la bruja. ¿Por qué estaba preguntando por Camila? siete años habían pasado con Lauren en esta prisión y jamás, ni una vez había mencionado a la princesa, por lo que esta repentina muestra de interés era muy alarmante para la actual reina. Además, ¿cómo conocía Lauren las características de Camila? Suponía que alguien podía adivinar cuanto se parecía un niño a uno de sus padres, sin embargo, la descripción de Lauren había sido tan precisa. Camila había, de hecho, heredado los ojos marrones de su madre, así como su barbilla. Sinu tragó saliva, asfixiada por el nudo que se había levantado con enojo en su garganta. Cruzo su mirada con la de Lauren, derramando hasta la última gota de amenaza que podía manejar cuando dijo sus ultimas palabras, antes de salir de la mazmorra.

"La princesa nunca ha sido de tu incumbencia, Lauren, y así seguirá siendo". Con eso, Sinu  dejo el pasillo, sus pasos resonaban al pisotear a los largo de la totalidad de la mazmorra antes de finalmente disiparse una vez que ella se había ido.

"Ya veremos, Sinu," Lauren pensó para si misma una vez que la reina había desaparecido de su vista. "Sin duda lo veremos."

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Hola de nuevo...  Aquí les dejó un nuevo capitulo, espero que lo disfruten y puedan darme su opinión sobre si les gusta por medio de comentarios o votando.. Quería agradecerles a las personas que me leen que gracias a ustedes es que me motivan a seguir escribiendo..

Quisiera pedirles que lean mis otras historias que las pueden encontrar en mi perfil y votar.

#DelValleeGarciia#








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